La presión de la deuda acelerará la reforma de las pensiones
Después de la reforma laboral, vendrá la reforma del sistema de pensiones. Y más aún después de comprobar los problemas de España para colocar su deuda y la falta de solvencia que, según las agencias de calificación, tienen algunas entidades financieras, como informó ABC . ... Precisamente ayer, Ficht rebajaba la calificación de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), Bancaja o Banco Sabadell; mientras, Standard & Poor´s daba un aviso a Caja Madrid.
El Gobierno planteó hace unos meses la ampliación de la edad de jubilación hasta los 67 años; una medida que generó críticas en la sociedad y entre los partidos de la oposición. Sin embargo la necesidad de un ajuste, que no una reforma, del sistema de pensiones del Pacto de Toledo es muy urgente.
Desde la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) se alerta sobre la falta de voluntad política y los continuos retrasos en la reforma de un sistema que no será sostenible dentro de 25 años. El economista y matemático César Molinas insiste en que no hay que modificar el espíritu de Toledo porque es un buen sistema, que ha ofrecido un nivel de bienestar excepcional para nuestro país. Pero el cambio en la pirámide poblacional y la escasa productividad de nuestra economía pone en riesgo estas prestaciones. Medidas como la congelación de las pensiones es, según el economista, el precio de no tener un plan para enfrentar esta reforma.
Trabajar más, abonar más
Algunos de los ajustes que propone Molinas se centran en el incremento de la edad de jubilación a los 67, el aumento de las cotizaciones que pagan a la Seguridad Social tanto trabajadores como empresas (pasaría del 30% actual al 50%) y examinar la tasa de reposición (que establece la cuantía de la pensión en el 80% del último salario). “Si vivimos más, hay que hacerse a la idea de que tenemos que trabajar más y abonar también más”, asegura el César Molinas.
Otro de los aspectos sería extender el régimen único de las cotizaciones (no todos los trabajadores aportan la misma cuantía) y evitar que la Seguridad Social sea el colchón de los prejubilados en tiempos de crisis.
Desde Fedea se advierte que el sistema de pensiones no es sostenible a largo plazo por lo que los ajustes tendrían que comenzar ya. Una idea que no comparte la clase política porque nadie quiere ser la voz discordante. Por este motivo, César Molinas propone la creación de un “Libro blanco” elaborado por una comisión independiente que establezca los parámetros de una reforma gradual pero firme, como han hecho Reino Unido, Suecia o Alemania.
Aunque la agenda política se centra en la inminente reforma laboral, César Molinas insiste en que los mercados y la presión de la deuda serán las que aceleren la reforma de pensiones en cuestión de semanas.
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