Los pilotos españoles de Ryanair votarán si realizar movilizaciones ante la amenaza de despidos

Sepla señala que «no está dispuesto a aceptar que se produzcan despidos como producto a una nefasta gestión por parte de Ryanair» y, además, mientras la compañía lanza vacantes para comandantes en Las Palmas y Tenerife , bases que planea cerrar el próximo enero. También tienen intención de cerrar la base de Faro (Portugal).

Desde hace dos años, el sindicato está en conversaciones con la compañía para la redacción de un convenio colectivo que regule las condiciones básicas de los pilotos en España, dentro de las que se encuentra la regulación de los despidos colectivos, pero hasta la fecha no han tenido «voluntad de Ryanair» y ahora están «contaminadas» por el anuncio de estos despidos «innecesarios y faltos de motivación legal».

Por todo ello, Sepla someterá a votación la posibilidad de acudir a movilizaciones, incluida la huelga, para «demostrar que estamos dispuestos a hacer lo posible para evitar estos despidos innecesarios».

La British Airline Pilots Association (Balpa), sindicato que defiende los intereses de los pilotos británicos de Ryanair, ha convocado jornadas de huelga para el 22 y 23 de septiembre y entre el 2 y el 4 de septiembre.

Ryanair ya avanzó en febrero posibles ajustes en sus bases por la evolución del negocio derivada de la incertidumbre del 'Brexit', tras incrementos más moderado que en las temporadas anteriores, y por debajo del crecimiento del 8% previsto en el conjunto de Europa, a lo que se ha añadido el impacto por el retraso en las entregas del pedido de 30 aviones 373 MAX, con el que contaba para verano y cuyas entregas están suspendidas.

Tras presentar sus cuentas, el consejero delegado de Ryanair, Michael O'Leary, anticipó en un vídeo que se verá obligada a acometer despedidos, que se aplicarán a finales de septiembre, y de nuevo tras la Navidad, tras la caída de beneficios, en el que dijo que a la compañía le sobra 500 pilotos y 400 asistentes de vuelo.

Ryanair cerró el primer trimestre de su ejercicio fiscal, finalizado el pasado 30 de junio, con un beneficio de 243 millones de euros, un 21% menos que un año antes.