La norma del Gobierno para blindar al taxi desata una guerra civil entre Uber y Cabify

«Nos es difícil comprender que Uber , por un lado, continúe diciendo que no aprueba las restricciones del Gobierno y, por otro lado, sea ella misma la que tiene totalmente restringida la admisión de nuevos vehículos en su plataforma en Madrid, dando así lugar a un mercado secundario de reventa y alquiler de slots (contratos en vigor que permiten operar con la plataforma)», señala el comunicado emitido por Unauto.

Las discrepancias se originaron hace ya meses, cuando Uber reclamó la liberalización del mercado de licencias argumentando que de esta forma se abaratarían los trayectos en taxi. Fue una posición que no compartieron ni Cabify ni Unauto , que siempre se han mostrado cómodos con la proporción 1/30.

Con el paso de los meses se acrecentaron las diferencias. Y la semana pasada, coincidiendo con la celebración del juicio que dirimirá si esta proporción es lícita o no, quedaron patentes. Un caso que se inició cuando la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC ) denunció la norma que contiene estas limitaciones ante el Tribunal Supremo.

Lo cierto es que el fallo podría haber supuesto la liberalización del mercado reclamada por Uber. Distintos precedentes señalaban que así sería. Sin embargo, finalmente la sentencia no tendrá el impacto previsto, debido a que el Gobierno blindó las limitaciones cuantitativas el viernes con un real decreto-ley. Pero solo la celebración de la vista del contencioso-administrativo ha servido para evidenciar que Uber y el resto de plataformas de VTC siguen direcciones opuestas. Enfrentadas.

«La apertura del mercado de las VTC favorecerá la creación de miles de puestos de trabajo y tendrá efectos positivos para los ciudadanos, que verán cómo se reduce el precio y mejora la calidad del servicio. Queremos seguir trabajando en colaboración con todo el sector de las VTC para alcanzar nuestro objetivo común: que cada vez más gente deje su coche en casa», ha asegurado un portavoz de la plataforma estadounidenses.

Ahora se da la circunstancia de que Unauto pide al Alto Tribunal que declare «la pérdida sobrevenida del objeto de recurso» y «no se pronuncie en la futura sentencia» sobre las limitaciones denunciadas por la CNMC. La patronal, además, defiende que, dentro de las VTC, solo Uber defiende una «desregulación incondicional» de este mercado.

Desde Unauto defienden que esta medida supondría una avalancha de nuevas licencias. Y muchas de ellas irían a parar a Uber, que pasaría a tener prácticamente el monopolio del mercado.

Pero también hay voces, dentro del sector, que señalan que la patronal está intentando preservar el valor de las licencias VTC. ¿Por qué? Porque asociados como Cabify habrían realizado una gran inversión en estas autorizaciones y, si se abre totalmente el mercado, su valor caería en picado. Un pretexto que también ha sido utilizado por el taxi.

La guerra civil, por tanto, está servida. Ahora falta conocer el nivel que alcanzará el cisma y si finalmente Uber claudica en sus reivindicaciones y acepta las restricciones actuales. El único aliado que se mantiene, la CNMC , ya ha mostrado sus dudas a mantener la batalla legal con el Gobierno.