La nómina de las empleadas de hogar escala a 1.500 euros con la afiliación en caída libre
Las trabajadoras que cotizan no han dejado de caer desde que en 2012 se integraran en el régimen general
Desde el año 2016 la subida del SMI por hora de estas ocupadas encadena alzas de hasta un 50%
Empleada del hogar
Blanco o negro. Los efectos de la subida del salario mínimo en el empleo son interpretados de forma muy dispar según quien sea el que analice. Están aquellos como el Banco de España, que el pasado año alertó de que el alza del 22% aplicado ... en 2019 hizo perder hasta 180.000 puestos de trabajo a la economía. Otros, como el Gobierno, que niegan cualquier impacto y sólo ven bondades en el crecimiento del indicador. Análisis a un lado, lo cierto es que el SMI ha escalado un 35% desde que gobierna Pedro Sánchez , un porcentaje muy superior al incremento que en este periodo han tenido los sueldos y las pensiones.
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En enero de 2019 el SMI se situó en 900 euros mensuales; la evolución del salario mínimo se convertía en una de las medidas estrella del Gobierno de coalición, lo que supuso un gran salto cuantitativo en la nómina de muchos trabajadores, en especial de las empleadas del hogar, en su mayoría mujeres y afectadas por esta renta. Tres años después está situado en mil euros al mes, una incremento que llega en un momento en el que estas trabajadoras están en los niveles de empleo más bajos desde que en 2012 se integraran en el régimen general, y después de dos años de pandemia en los que muchas familias han tenido que apretarse el cinturón y en los que el miedo al contagio ha terminado, en algunos casos, expulsando del mercado a estas empleadas.
Modificar el contrato y recortar la jornada laboral de la trabajadora para esquivar el alza y pagar lo mismo y, en el peor de los casos, despedir, son los caminos que muchos empleadores han elegido ante un incremento que algunas familias no pueden o están dispuestas a desembolsar de golpe.
Economía sumergida
El pasado enero había 378.805 personas cotizando en el régimen de empleadas de hogar, la cifra más baja en diez años. En este periodo los afiliados de este colectivo no han dejado de caer. Algunas fuentes apuntan la posibilidad de que algunas trabajadoras hayan pasado al lado de la economía sumergida. Una teoría que puede cobrar fuerza si se analizan los datos de la EPA . Según Estadística en el sector de servicios del hogar había a finales de 2021 más de 500.000 ocupados, frente a los 381.485 que registra la Seguridad Social.
Otra de las opciones que barajan los expertos consultados por este periódico es que se haya producido un trasvase de trabajadores del régimen del hogar al de cuidadoras no profesionales de personas dependientes, dado que el Estado ha vuelvo a cotizar por ellas. Desde 2019 las aportaciones a la Seguridad Social de estos convenios corren a cargo de la Administración General del Estado y no generan coste alguno al cuidador no profesional.
La principal ventaja para los cuidadores no profesionales, también mayoritariamente mujeres, es que de esta forma los años dedicados al cuidado de la persona dependiente se integran en su vida laboral y contribuyen a generar derecho a prestaciones como la de jubilación o la de incapacidad permanente.
La pasada semana la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz , volvió a salir en defensa de las subidas aplicadas durante estos años en el salario mínimo e insistía en que en el trabajo doméstico no ha habido ninguna variación negativa ni cambios en los últimos años. Díaz realizó estas afirmaciones sin aportar datos concretos de afiliación de este colectivo, aunque sí se refirió a los cuidadores no profesionales, que han aumentado desde 7.500 en 2018 a 67.816 en 2021, según cifras de su departamento. «Los discursos dogmáticos acerca de los efectos negativos del SMI me atrevo a decir que no son reales», zanjó la vicepresidenta segunda.
Pese a estas declaraciones la nueva subida del salario mínimo puede suponer un nuevo golpe a la contratación de este colectivo, como ya ha ocurrido con incrementos anteriores y alimentar la economía sumergida. Las familias empleadoras tendrán que hacer frente a un nuevo incremento de sueldo, que en este caso ascenderá a 1166,66 euros brutos mensuales en 12 pagas -incluidas las extras de forma proporcional- a abonar a las empleadas del hogar contratadas unas 40 horas semanales. A este importe se deben sumar otros 308,99 euros mensuales por la cuota de cotización.
Según cálculos de la empresa de cuidadores a domicilio Aiudo , los sueldos de este colectivo quedarían así: 1.094,80 euros mensuales para las jornadas de 35 horas semanales; 938,40 al mes para 30 horas a la semana; 782 euros mensuales para 25 horas; 625,60 euros al mes para 20 horas y 469,20 euros al mes para 15 horas. Además, el alza del coste por hora trabajada respecto al año pasado del importe de 2021 sería del 3,57% tras subir de 7,55 a 7,82 euros. Desde el año 2016, la subida del salario mínimo por hora de estas trabajadoras encadena crecimientos de hasta un 50%.
Cabe recordar que al salario mensual se debe sumar el importe a desembolsar la Seguridad Social una vez que se ha dado de alta el contrato por parte de la familia empleadora. El tipo de cotización por contingencias comunes sobre la base de cotización a aplicar en cada caso será del 28,30%. Esta cuantía se divide a su vez en un porcentaje del 23,60% a cargo del empleador y del 4,70% a cuenta de la propia empleada de hogar y que se resta en la nómina. El coste total en cotizaciones para las empleadas del hogar en 2022 va desde un máximo de 308,99 euros a un mínimo de 51,56 euros. Si se suman las cotizaciones su sueldo mensual queda en 1.500 euros.
Desde Aiudo recuerdan el impacto que supuso para la ocupación el incremento de golpe del 22% aprobado en 2019 y explican que las cifras que se quedan sin declarar por las irregularidades en este sector suponen importes millonarios. Por ello, el CEO de Aiudo , Daniel Ibiza, reclama que el alza del salario mínimo vaya de la mano de bonificaciones y reducciones para las familias dado que en algunas ocasiones pagar a una persona que ayude en casa puede acabar convirtiéndose en un «lujo».
Lo que sí admitió Díaz es el de las empleadas del hogar es un sector que debe ser «cuidado y atendido» y se mostró dispuesta a trabajar con el Ministerio de Exteriores para la ratificación del Convenio 189 OIT sobre trabajo decente para el empleo doméstico y a equiparar los derechos laborales de este colectivo. Días después de realizar estas afirmaciones el la Justicia europea (TJUE) marcaba el camino a España con una sentencia en la que aseguraba que las casi 400.000 empleadas del hogar deberían cobrar desempleo y lo hacía después de considerar que la normativa española es discriminatoria, se opone al derecho europeo y deriva en una situación de «desamparo social» para este colectivo. Es, por tanto, una norma contraria al Derecho comunitario, como ya había apuntado en septiembre el abogado general de la UE .
Tras conocer la sentencia, el Ministerio de Trabajo se mostraba receptivo a «cambiar la situación laboral actual de las empleadas de hogar y hacerlo sin demora es una prioridad». «Este departamento siempre ha considerado que es difícilmente compatible con el ordenamiento jurídico europeo o el ordenamiento constitucional interno», dijo.
La sentencia europea llegaba después de que en 2019 una empleada de hogar solicitara cotizar por desempleo. La Seguridad Social rechazó su petición con el argumento de que no estaba contemplado en la legislación y fue ahí cuando esta trabajadora decidió emprender una batalla legal, que ha terminado con un fallo favorable de la Justicia europea.