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«No inventamos nada, pero lo vendemos a un euro»
Entrevista con Virginia Donado, directora de expansión de Restalia, grupo matriz de 100 Montaditos y La Sureña
«No inventamos nada, pero lo vendemos a un euro»
La marca España, en cuestión de comida, sigue vendiendo fuera de sus fronteras. La gastronomía española, no solo la de espuma y «esferificaciones», sino la del jamón y del bocadillo de toda la vida, está mejor valorada que nunca. Grupo Restalia (100 Montaditos y La ... Sureña) ha sabido aprovechar el impulso y ha iniciado su internacionalización a través del sistema de franquicias. Actualmente cuenta con locales en Florida, Portugal, México y Colombia. Tienen en la mira a Holanda, Reino Unido, Polonia y Turquía, entre otros. Su objetivo para 2012: 250 locales de 100 Montaditos y 50 de La Sureña.
—¿Quieren conquistar la tierra del «fastfood»?
—Tenemos firmados 110 contratos de franquicias en América. Veintidós de los cuales abrirán antes de que termine el año, doce en Estados Unidos y el resto en Latinoamérica.
—¿Adiós a McDonald’s?
—Nos perciben como el McDonald’s español, aunque hay muchos clientes nuestros que jamás entrarían a un McDonald’s. Somos un «fastfood» porque tenemos la operatividad de un «fastfood», pero sin la sensación de comer en uno: luces más cálidas, servimos cervezas en jarras de cristal y ensaladas en vajilla de cerámica.
—¿Las claves de su negocio?
—La rotación, el volumen, la rapidez. Nuestro negocio es muy ágil, hacemos mucho en muy poco tiempo. Nos hemos adaptado a las circunstancias, la gente cada vez tiene menos tiempo para comer y menos dinero.
—¿Qué han aprendido en estos once años?
—Hemos mejorado en la calidad de los materiales, y en la parte en la que más hemos evolucionado es en la de maquinaria y normas. Somos mejores, más rápidos que antes. Hemos mejorado nuestros sabores y ampliado la variedad de nuestra carta.
—¿Por qué han esperado tanto para la expansión?
—Por tiempo, por recursos que no se habían dado, y por mitos que hemos superado.
—¿Y la crisis?
—Una crisis no le viene bien a nadie, pero la verdad es que somos un refugio, un sitio asequible y amable con la economía, pero de calidad.
—La crisis también es un motor para los emprendedores.
—Para los franquiciados que entran con nosotros, 100 Montaditos se vuelve un medio de vida, una oportunidad para gente que demuestra que son buenos empresarios. Es un trabajo pesado, hay que estar todos los fines de semana, pero es algo muy estandarizado, es de lo más fácil. La inversión es de unos 250.000 euros, y se recupera en unos tres años.
—¿El secreto?
—El buen jamón y el pan calientito gustan a todos. No hemos inventado nada, pero lo vendemos a un euro.
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