A cambio, el partido independentista vasco dará su abstención al proyecto de ley del fondo público de pensiones que el Gobierno debe aprobar antes de finales del presente mes para dar cumplimiento a los compromisos adoptados con la Comisión Europea . Además, esta medida fue también incluida en la recomendación decimosexta del Pacto de Toledo que apoyaron casi la totalidad de los grupos políticos.
Según apunta en un comunicado Bildu, la medida permitirá elevar hasta final de año las cuantías de estas prestaciones entre 60 y 100 euros mensuales desde el momento de la aplicación, sin carácter retroactivo y con duración hasta el mes de diciembre.
Asimismo, Bildu asegura en el comunicado en el que confirma su abstención hacia el proyecto de ley que «ni un solo euro de la Seguridad Social sea destinado al fondo de pensiones, evitando así la descapitalización de la Seguridad Social y blindando las pensiones públicas y su sostenibilidad».
De esta forma, celebra haber «conseguido desbaratar la intención de las derechas de utilizar esta ley para introducir y extender los fondos de pensiones privados mediante beneficios para quien pueda pagárselos», algo que entienden como un «sálvese quien pueda que venía a debilitar el sistema público de pensiones».
«Sabemos que no es suficiente, pero estamos seguros de que esta medida supondrá un alivio para miles y miles de pensionistas y un paso más en el camino hacia la dignidad que merecen», asegura su portavoz en el Pacto de Toledo, Iñaki Ruiz de Pinedo , asumiendo que «este logro no hubiese sido posible sin el empuje del movimiento de pensionistas».
Más allá, la medida será temporal y servirá para cubrir sobradamente el poder de compra perdido por el colectivo en los últimos meses con el IPC por encima del 8%. El acuerdo deja claro que la subida de estas prestaciones para 2023 deberá ser fijada durante la negociación de los próximos Presupuestos Generales .
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