La tormenta Villarejo amenaza con descargar sobre el Ibex 35
Este Gobierno ha metido a España en unos tiempos que creíamos superados, con sombreros de ala ancha y maletines de cuero graso que amenazan con emponzoñar la reputación de unas grandes compañías que creían que empezaban a respirar
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Iniciar sesiónEn el breve lapso de una semana han confluido dos situaciones que marcan la España de Pedro Sánchez : la puesta en libertad del excomisario José Manuel Villarejo y el nuevo procesamiento del expresidente de Bankia Rodrigo Rato . Es la ... instantánea de un país fallido y un tapiz empresarial donde amenaza con descargar la nube negra de las cloacas financieras.
Y es que en la España bipolar de Sánchez pastan alegremente los apaciguadores que creen haber domado a la fierecilla y los fantasmas de las Navidades pasadas empeñados en devolver el clima irrespirable e impresentable de los años ochenta, cuando los negocios se cerraban en gabardina y se pagaban en tacos de billetes, como quien compra media docena de vacas y cuatro marranos.
Ahí conviven los Hidalgo ‘et álii’ , que ven la vida de color de rosa, con los Rato y los Villarejo , que prometen hacerlas pasar moradas a todo un Ibex 35 que en el pecado de su pasado lleva la penitencia de su futuro. Sobre todo, presionados por el policía jubilado –en la calle ya–, listo para empezar a largar todo lo que pueda y más, con documentación inaudita o no, ya esté en su memoria, grabada o por escrito, que todo le vale. Porque el excomisario , no lo duden, intentará salvarse en su particular maratón judicial –imputado en una treintena de causas, aunque la mayor parte son diferentes piezas separadas del sumario de la Operación Tándem – y arrastrar junto a él al banquillo, ese es su principal objetivo, a directivos de grandes empresas y bancos ya señalados como Repsol , Iberdrola , BBVA o Caixabank , además de a mandos policiales y políticos.
El caso es que Sánchez , muy bien asesorado a sus entendederas y fatal para el resto de los españoles hartos de esos «consejos vendo que para mí no tengo» de su Godoy personal, ha metido a España en una suerte de regreso al pasado, un viaje a unos tiempos que creíamos superados, con sombreros de ala ancha y maletines de cuero graso que amenazan con emponzoñar la reputación de unas grandes compañías que empezaban a respirar pensando que la pandemia es la capa que todo lo tapa.
Pues, mis queridos señores, esto es el nuevo progresismo. Mucho más rancio y antiguo que aquello que prometía ser erradicado por la nueva generación de jovenzuelos políticos hoy en el poder. Despropósito tras despropósito hasta la derrota final. Para algunos, claro está, victoria, pero no para la inmensa mayoría.
Y en el mientras tanto, la última «jaimitada» de Sán chez : liar al Rey Felipe VI y a Seat para protagonizar un sainete al hilo del coche eléctrico que se reduce a que si vienen fondos se harán cosas y si no... El reiterado desvío de atención del que tanto tiran los del teatrillo Sánchez-Redondo . Porque la realidad es otra. Lo que verdaderamente ocurre es que en Europa están escamados de Sánchez casi tanto como de su compadre ZP , y han agarrado el freno de mano de los dineros para evitar que les cuelen de rondón otro plan E , una nueva hornada de carriles bici y rotondas al por mayor con cargo a la caja de Next Generation . Todo muy digital, muy inclusivo y muy tralará.
Y ahí estaba Ignacio Galán , cual alumno aventajado de Sanchez el «baterías» , poniéndose las pilas para apoyar el anuncio de un proyecto que finalmente no se pudo concretar por los propios protagonistas. Que no están los tiempos como para no echar fichas, que los fondos europeos vienen que ni pintados a todas las grandes del Ibex . Sobre todo en un momento en el que el expolicía Villarejo pasea por las calles pidiendo pista y plató en las televisiones y confidenciales de toda España ... Pero el asunto es que en Martorell no se concretó el proyecto. Sí se dijo –el propio CEO de Volkswagen – que se quieren fabricar eléctricos, pero no ni cuáles ni si será el futuro Seat Ibiza o qué. Nada más. Ni por Seat-Volkswagen , como digo, ni por Iberdrola , ni por el presidente del Gobierno , que ni siquiera habló y que lo que sí necesitaba, desde lo de la subida del impuesto de matriculación, era salir bien en la foto con un sector motor de la economía española muy cabreado con su Gobierno . Así que habrá que seguir esperando a la adjudicación en unos meses, con dineros ya o no en la buchaca.
Aunque, insisto, algo tramaban después de deslizar a los medios tanta fanfarria previa. De hecho, su Majestad sí daba un paso más en su discurso dando por hecho «cosas», a priori con el ok de Moncloa . ¿Entonces? Me cuesta imaginar cómo habrá caído en la ordenada Alemania de la canciller Merkel un acto como este en Martorell , con la Generalitat dando plantón al Rey , carteles de boicot y fiando todos los proyectos a la consecución de unos dineros que, por el momento, no han hecho acto de presencia.
Ya tiene trabajo añadido la vicepresidenta Calviño , ahora sin jefa de Gabinete –rumbo a Milán , a gestionar la oficina comercial– para explicar en Bruselas que Barcelona es un ejemplo de normalidad, un oasis económico, que aflojen los cuartos y que no se preocupen. Y, ya metida en harina, puede convencerles de que la expropiación de pisos en Baleares es, en realidad, un ejemplo de economía colaborativa: unos se compran una vivienda y otros colaboran en darle uso por la cara. Nos están convirtiendo a España en un país de pelmazos. Tal cual.
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