La maraña estadística se perpetúa y oculta el número exacto de empleados públicos

Cada fuente estadística aporta una aproximación al número de empleados públicos, explica un exhaustivo informe elaborado por la CEOE al que ha tenido acceso ABC con el que la patronal que dirige Juan Rosell vuelve a recordar que no hay un registró único que mida la ocupación en la Administración.

El problema radica en que cada estadística se elabora de forma distinta; puede abarcar, incluir o excluir determinados colectivos que forman parte del entramado de la plantilla de las administraciones públicas, o puede estar midiendo conceptos totalmente distintos. Así, las cifras de la Encuesta de Población Activa (3.105.800 de ocupados en el primer trimestre) y las obtenidas a partir de los afiliados a la Seguridad Social y el personal de las mutualidades (3.280.956 personas en enero) suelen ser similares. Los empleados públicos que pertenecen a Muface, Isfas o Mugeju están estimados en 865.851 frente a casi un millón en 2011.

Las cifras de la encuesta que elabora el Instituto Nacional de Estadística y la afiliación, que tiene en cuenta a entes públicos y mutualidades, son similares pero inferiores a las que ofrece el Boletín Estadístico del personal al servicio de las administraciones públicas (2.553.505 personas en enero), si bien debe tenerse en cuenta que el último termómetro excluye algunos colectivos de trabajadores del sector público, entre ellos altos cargos, cargos electos o personal al servicio de órganos constitucionales, entre otros.

Esta última estadística contiene, a su vez, resultados que son inferiores a los que publica la Agencia Tributaria en «Mercado de trabajo y pensiones en las fuentes tributarias» (3.380.422 personas en 2016), diferencia que se explica porque esta fuente mide un concepto distinto (número de personas que han sido asalariados de las administraciones públicas en algún momento del año). Además no incluyen datos de País Vasco y Navarra.

La incógnita sobre cuántos empleados públicos tiene España ha sido un quebradero de cabeza recurrente en los últimos años ante la ausencia de una estadística única de referencia. El exministro de Hacienda, Cristóbal Montoro , se propuso zanjar esta disparidad en un único registro, pero finalmente esa predisposición a solucionar el problema se quedó en el aire tras la moción de censura y la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa.

La urgencia de contar con una medición única se demuestra en cada negociación de empleo con los sindicatos. Así ocurrió cuando en 2017 y este mismo ejercicio se pactó contratar a cientos de miles de trabajadores interinos con el objetivo de rebajar la tasa de temporalidad del 24% al 8% en tres años. Entonces ni el Ejecutivo ni las centrales manejaban las cifras exactas. La ausencia de datos concretos en medidas como esta, de gran impacto económico, deja, al menos, la sombra de duda sobre el alcance económico de los acuerdos.

No tener una estadística única tampoco permite al detalle cuantificar el impacto de las subidas de sueldos públicos y complica el seguimiento de las ofertas de empleo público, además de no permitir poner en marcha planes de gasto eficaces, aseguran las fuentes consultadas por este periódico. Recuerdan que cuando los partidos de izquierda argumentan que el empleo en Sanidad y Educación se ha recortado en España y se preguntan ¿con qué estadística miden este descenso?

En lo que sí coinciden todas las mediciones es en que desde el comienzo de la crisis económica, en 2008, hasta el año 2011, el empleo en el sector público no paró de crecer, a diferencia de lo que ocurrió en el sector privado. En esos primeros años de la crisis, con el PIB cayendo a un ritmo del 3,6% interanual en 2009, el empleo público aumentó un 6,2% en 2007 y 2010, algo más de 156.000 personas, mientras que entre 2012 y 2016 la ocupación en la Administración disminuyó un 5,2%, en unas 140.000 personas, y volvió a aumentar en 2017. Solo discrepa de este escenario el Boletín Estadístico del personal al servicio de las administraciones públicas, que registró un descenso del empleo en 2016, si bien sí reflejó recuperación en 2017 y en 2018.

Según esta fuente estadística, desde 2017 el empleo público aumentó en todas las administraciones, salvo en la administración central. Este años, con datos de enero, destaca el dinamismo del empleo en los ayuntamientos , con un crecimiento del 5,2% en tasa interanual. Mientras, en las comunidades autónomas y en las universidades, el aumento del empleo es inferior (0,8% y 1,3% interanual, respectivamente).