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Lagarde admite que no hay consenso dentro del BCE para una subida brusca de tipos de interés

El BCE nota que la reactivación de la rentabilidad de los bancos después de la pandemia amenaza con ser efímera, según el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos

La presidenta del BCE, Christine Lagarde EFE
Rosalía Sánchez

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La i nvasión de Ucrania presiona a los mercados financieros porque pone obstáculos al crecimiento y eleva los precios , pero el euro sigue firme su camino hacia la paridad con el dólar porque Europa es después de la invasión de Ucrania más creíble que antes. «Hemos demostrado que somos diversos y unidos en la adversidad» , ha defendido Christine Lagarde en Davos, donde ha participado esta mañana en un panel titulado «Unidad Europea en tiempos desordenados».

Junto a la presidenta del BCE se sentaba Mark Rutte, primer ministro holandés, bastante más crítico con la operatividad europea y que se ha quejado de que mientras tres grandes países de la UE como Alemania, Francia e Italia sigan empeñados en hacer política por su cuenta, Europa no podrá ser considerado un actor global en condiciones . Lagarde le ha respondido que, por lo poco que sabe de fútbol, cuantas más estrellas haya en un equipo más goles se meten. «No se mucho de deportes, pero voy a continuar con esta analogía porque me parece muy apropiada», ha disculpado Lagarde su laguna, para a continuación destacar que Europa es una potencia política, comercial, tecnológica e incluso moral.

La presidenta del BCE no se ha referido a ninguna de las cuestiones más problemáticas sobre la zona euro ante el público de Davos. De eso se encargaba a esa misma hora en Frankfurt su número dos, Luis de Guindos, en la presentación de un informe del BCE que confirma que la guerra en Ucrania ha «aumentado los riesgos para la estabilidad financiera por su impacto prácticamente en todos los aspectos de la actividad económica» en Europa. Los precios al consumidor (7,5% en abril) están en máximo histórico y muy por encima del objetivo, mientras que las perspectivas económicas en el bloque han disminuido, en un escenario «severo».

Los bancos centrales se apresuran a elevar los tipos de interés para bloquear la escalada de los precios y el paso, ya dado por la Reserva Federal de Estados Unidos y anunciado por el BCE podría «aumentar» las vulnerabilidades, según el informe. Además de una posible reevaluación de los activos de mayor riesgo, el aumento de las tasas podría sumarse a los desafíos de financiación que enfrentan «empresas y gobiernos altamente endeudados», como el de España. El BCE también anota que la reactivación de la rentabilidad de los bancos después de la pandemia amenaza con ser efímera , según de Guindos.

Lagarde ha preferido no hablar en público de la subida de tipos del BCE a partir de julio que pondrá en marcha ese proceso, cuyos resultados siguen sujetos a gran incertidumbre, pero sí ha concedido una entrevista a Bloomberg para precisar su posición . Después de anunciar en un blog del BCE el fin de las tasas de interés negativas para finales de septiembre, ha reconducido su discurso y ha frenado las especulaciones, reconociendo que n o hay consenso en el consejo de gobierno para un aumento de golpe de medio punto porcentual en los tipos de interés de referencia.

Lagarde ha asegurado que el BCE procederá «gradualmente» y ha recordado que la situación de la eurozona es diferente a la de los Estados Unidos . Si se observara un «desanclaje» de las expectativas de inflación, es decir, si se alejaran completamente del objetivo de inflación del BCE fuera de control, o incluso si hubiera una fuerte presión de la demanda sobre la inflación, podría ser necesario un enfoque diferente, ha admitido también, tras insistir en que el BCE avanza hacia la «normalización» de la política monetaria, no hacia el endurecimiento. «No vamos a entrar en pánico», ha prometido.

La presidenta del BCE no pierde de vista las diferencias de inflación en los distintos países del euro. Entre los países bálticos, por ejemplo, Estonia ha llegado al 19%, mientras que otros, como Francia, mantienen un 5,4%.

Protección del clima

En una sala contigua a la que tenía lugar el panel en el que participaba Lagarde, se desarrollaba un coloquio titulado «La acción climática empieza en casa», en el que Teresa Ribera intercambiaba análisis junto a un elenco bastante por debajo del nivel correspondiente a una vicepresidenta del gobierno, compuesto por el activista colombiano Alejando Daly, la consultora y CEO del sector moda y lujo Shireen El Khatib y la directora de Sostenibilidad de Unilever Rebecca Marmot. Ribera defendió que la protección del clima no es solo cosa de los gobiernos, que las corporaciones también son instituciones que deben implicarse en el proceso, y que todos los esfuerzos en comunicación, para explicar a los consumidores las ventajas y beneficios de pagar más por los productos respetuosos con el clima serán pocos, al igual que todos los avances en transparencia.

También estaba esta mañana en Davos la ministra de Industria y Turismo, Reyes Maroto, que no prevé que la viruela del mono «vaya a tener un impacto negativo» en el turismo porque los casos están «muy acotados». Sin embargo, sí ha reconocido que la inflación «efectivamente puede ser un elemento que reduzca la capacidad de las familias».

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