José Ramón Iturriaga - El quinto en discordia
Burbuja en el ladrillo
Aunque en otros países las cosas estén en otro momento del ciclo, en España estamos lejos de cualquier pinchazo porque lo que no hay por ninguna parte es una burbuja
Hace pocos días publicaban en el semanario ‘The Economist’ una interesante tabla que permitía de un vistazo hacerse una buen idea de cómo está el ladrillo en el mundo ahora que son muchas las voces que alertan del inminente pinchazo de una burbuja .
Y la conclusión es clara: de haber sido el peor de la clase hace unos años –con exceso de oferta y de endeudamiento–, a convertirse en uno de los países desarrollados que mejor sale en la foto con muy bajo endeudamiento privado y claro desequilibrio entre la demanda y la oferta.
Tras casi catorce años digiriendo las consecuencias de la gran crisis financiera que en el caso español fue si cabe peor porque fue de la mano del pinchazo de la mayor burbuja inmobiliaria de la historia , las cosas pintan de otra manera. En los últimos años, el precio de la vivienda está empezando a levantar cabeza, pero no registra ni de lejos los incrementos que se han vivido en otros países –Nueva Zelanda, Estados Unidos, Holanda y Suecia–, en los que las subidas son superiores al 30%.
La mayor disciplina financiera –no hay créditos para suelo o los niveles de preventa que se exigen para la concesión del crédito promotor, por ejemplo– ha hecho también que los niveles de apalancamiento del sector privado sea incomparablemente menor que el de otros países comparables. Además, el apalancamiento hipotecario es mucho menor y la proporción de hipotecas a tipo fijo se ha incrementado notablemente en los últimos años, lo que todo sumado se ha traducido en unas dinámicas mucho más sanas.
Así las cosas, y aunque en otros países las cosas estén en otro momento del ciclo, en España estamos lejos de cualquier pinchazo porque lo que no hay por ninguna parte es una burbuja. De la última crisis traemos algunas lecciones bien aprendidas y hoy por hoy el inmobiliario español es de los sitios más atractivos que hay para invertir una vez que se meten todas estas variables en la coctelera.
Terminaron los ERTE
Más allá de la polémica en torno a los fijos discontinuos, los datos de empleo que conocimos las semana pasada tienen pocos peros y quizá son una buena muestra de cómo el pesimismo campa impenitente a sus anchas en lo tocante con la economía. Y ni siquiera estas dosis de realidad hacen que los sospechosos habituales flaqueen en la defensa de sus tesis apocalípticas que van adaptando a las circunstancias hasta la derrota final.
Se han acabado los expedientes de regulación temporales de empleo (ERTE) y el paro, lejos de irse al 35% como señalaban algunos, continúa bajando y se ha ido a niveles que no veíamos desde hace muchos años. Se puede hacer la misma lectura con los afiliados a la Seguridad Social, que ya supera claramente la barrera de los veinte millones de cotizantes, y estos sí seguro que trabajan.
Además, desde luego que no es todo público el empleo que se está creando, aunque también este haya crecido . Da igual, la cuestión es atizar. Empleo precario y que además se lo tenemos que agradecer al dinero de Europa que, por cierto, como tampoco se cansan muchos de repetir, todavía no ha llegado.
No se puede criticar por una cosa y por la opuesta . Se devalúa mucho la crítica y son muchos los que están instalados en esa posición que desde el punto de vista mediático tiene muchísima aceptación.
Como los relojes parados en algún momento, esta legión de discípulos del apocalipsis que han hecho de la crítica por la crítica una profesión acabaran acertando en algunos de sus vaticinios. O no. En cualquier caso no importa. La memoria del público es muy selectiva y no les van a recordar que viven cómodamente instalados en la sospecha y que, a Dios gracias, son pocos los augurios que acaban sustanciándose.
Crisis exclusivamente de mercados
La crisis de la que llevamos tiempo hablando y que no se termina de ver en los datos económicos, tiene muchas papeletas de acabar circunscribiéndose exclusivamente a los mercados. Como pasó tras el pinchazo de las ‘punto com’. Entonces, la economía americana acabó entrando en una recesión que en el argot se conoce como técnica –dos trimestres consecutivos de decrecimiento de la economía– y el saldo final no fue ni por asomo comparable a las últimas que hemos visto, aunque por el camino también coincidiera con el ataque a las torres gemelas de Nueva York con lo que eso supuso. Hoy, como entonces, sobre todo la Bolsa americana ha corregido –tampoco nada comparable a caídas que hemos vivido estos últimos años–, pero la economía continúa muy fuerte . Y es precisamente esa fortaleza actual de la economía la que puede llevar a que se dé un error en la política monetaria que ahora está, más allí que aquí, vuelvo a insistir, en el más difícil todavía de controlar la inflación sin provocar mayores calamidades.
También hoy, probablemente la propia caída de las bolsas provoque que por el efecto riqueza se le termine encogiendo algo el brazo al consumidor pero, en un momento que es difícil que tenga muchos más efectos porque no hay problema de deuda en el sector privado que pueda provocar que descarrile la economía como en 2008. Algo de menos crecimiento que servirá para controlar los precios sin que en principio tenga que ir a mayores. Y vuelvo a repetir, igual que a principio de siglo, con un mayor impacto en Estados Unidos que Europa.
Entonces, también, los mercados y en concreto las bolsas discriminaron mucho. Fueron los sectores más ligados a internet los que más sufrieron, mientras los más ligados a la economía real lo hicieron mejor. Europa y, en concreto, España recordarán los viejos del lugar, tuvieron comportamientos sustancialmente mejores. Pues eso, la historia no se repite, pero sí rima.
Noticias relacionadas
- La falta de trabajadores provoca que muchos hoteles no puedan ofrecer el cien por cien de sus servicios
- El desempleo baja de los tres millones apoyado en contratos parciales y temporales
- El Supremo obliga a Paradores a pagar complementos salariales por el cierre durante el estado de alarma
- CSIF convoca movilizaciones en toda España a partir del miércoles por la pérdida de poder adquisitivo de los funcionarios