Grecia, segunda parte

El euro ha vuelto bajo el nivel de 1,20 dólares después de conocerse el estado de los balances húngaro y francés y sin que las bolsas –con pérdidas generalizadas y un DAX bajo los 6.000 puntos— ayuden en otra dirección. La divisa húngara, ... el florín, ha caído a su valor mínimo del último año después de que el gobierno de Budapest reconociera la debilidad de su economía y el estado de sus balances. El vicepresidente del nuevo gobierno, Lajos Kósa, dice haber encontrado una situación de cuentas manipuladas, dejadas por el gobierno socialista, que preanunciarían una quiebra «comparable a la griega».

El portavoz del nuevo ejecutivo conservador, Péter Szíjjártó, ha reconocido luego la «situación muy grave» en que se han encontrado las cuentas. Los analistas esperan un informe más completo en el fin de semana sobre el estado real de la hacienda húngara, lo que ha precipitado la caída de las acciones de empresas húngaras, con el índice general de Budapest cediendo un 3,3%, y extendido el frenesí en otras bolsas europeas.

Hasta el momento, la deuda húngara totalizaba un 78% del PIB (2009) apenas unos puntos por encima de la media comunitaria de un 74%. Pero el gobierno de Fidesz, presidido por Viktor Orbán, ha puesto en cuestión todas las cifras. Representantes del nuevo gobierno han elevado el pronóstico del déficit para este año, hasta un 7,5% del Producto Interior Bruto (PIB), acusando al anterior gabinete de haber manipulado supuestamente las cuentas del Estado.

Algunos observadores han criticado la «política de comunicación» de Budapest, en lo que primero interpretaron inicialmente como un torpe desliz. El gobierno de Orbán promete, no obstante, que anunciará «pasos concretos» en cuestión de 72 horas después recibir el estudio de la comisión.

«Equivale a un suicidio»

Asimismo anticipó a una emisora que acometerá «cambios estructurales» en el gasto y se aplicarán reducciones de impuestos para impulsar el consumo y la economía. La oposición califica las advertencias de Fidesz de «exageración» y advierte que «hablar sobre el peligro de una bancarrota equivale a un suicidio». Los socialistas instan al vicepresidente Kósa a «tranquilizar a los mercados» en una rueda de prensa internacional.

El estado de las arcas húngaras viene estando en entredicho desde hace dos años cuando, tras la quiebra de Lehman Brothers y como se recordará, Budapest hubo de recibir un préstamo de 20.000 millones de euros, por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI), la Unión Europea (UE) y el Banco Mundial (BM).

De resultas, el florín húngaro ha perdido un 2% frente al euro, descendiendo a niveles de hace un año, y la moneda común ha caído con fuerza frente al dólar, hasta el nivel más bajo desde hace más de cuatro años.

El euro perdió la cota de los 1,20 dólares (1,1988) y la renta variable europea cerró con descensos, encabezados por Madrid. El nuevo desarrollo sufre el lastre de las cifras de creación de empleo en Estado Unidos y la preocupación por el endeudamiento se extiende también a algunos otros países centroeuropeos de la UE.

Pero la economía estaría en vías de recuperación, según ha dicho el Banco Nacional (MNB), que pronostica un déficit presupuestario del 4,5% del PIB para 2010: «Como consecuencia de las tendencias globales, ha concluído la recesión en Hungría», subraya en un comunicado. El gobierno insiste en que el déficit alcanzará el 7,5%.

El anuncio ha venido apenas horas después de que el Ejecutivo lanzara una advertencia sobre el estado de las arcas que disparó el nerviosismo en los mercados financieros europeos. El MNB constata una «considerable mejora» en las balances de pagos, la financiación de la deuda estatal no estaría en peligro y asegura que mantendrá como meta una tasa de inflación del 3% este año.

Las finanzas del Estado, insiste el banco, no están en peligro y así «se mantendrá en los próximos dos años». En declaraciones al corresponsal local de la agencia Efe, el director de investigaciones del instituto Political Capital, Péter Krekó, estima que las afirmaciones de Kósa serían «para uso interno» y efectuadas sin considerar las consecuencias que podían tener en el extranjero. Considera que podría formar parte de «las técnicas de negociaciones» del gobierno, para obtener margen de maniobra del FMI, del que al parecer esperaría que «ablandase» sus exigencias de austeridad.

Onda expansiva

La onda expansiva de esta nueva crisis «a la griega» puede afectar con mucha dureza a España. De hecho, la exposición de los bancos españoles a deuda procedente de Hungría ascendía a un total de 1.137 millones de euros, según los datos del Banco Internacional de Pagos (BIS) correspondientes al cierre de 2009, lo que representa apenas el 0,9% del total. «wc» «wc1»En concreto, la exposición a Hungría del conjunto de entidades a nivel mundial sumaba 125.051 millones de euros, de los que el 45, 4% corresponden a las principales economías centroeuropeas, ya que los bancos austriacos son acreedores de 31. 117 millones, mientras que los alemanas cuentan con una exposición de 25. 718

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