Atenas ultima la quita de deuda y el nuevo rescate en un fin de semana crucial

«Ahora es el momento de actuar de forma decisiva y tomar la oportunidad de finalizar este acuerdo histórico, contribuyendo a la estabilidad económica de Grecia, de la Zona Euro y de la economía mundial», añadía. Una forma muy diplomática de informar sobre el prudente progreso de las negociaciones , llenas de presiones por parte de los acreedores. Las conversaciones seguirán por teléfono hoy y mañana, tras haber viajado Dallara a París.

Se espera que el lunes el ministro Venizelos pueda presentar esta quita ante los restantes Ministros de Finanzas del Eurogrupo. Sin este acuerdo no se podrá negociar el nuevo rescate de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional acordado en octubre (por 130.000 millones de euros). Y sin dicho rescate, Grecia no tendrá liquidez para afrontar el vencimiento de bonos del mes de marzo, que supone un desembolso de 15.400 millones de euros .

Una posible quiebra soberana griega y su efecto dominó o de contagio es ahora la pesadilla europea. Por ello las negociaciones sobre la quita avanzan y también las negociaciones con los responsables de la «troika», es decir del Fondo Monetario Internacional , la Comisión Europea y el Banco Central Europeo , que ya se encuentran en Atenas. Los representantes de estos organismos ya han comenzado sus entrevistas tanto con el primer ministro Papadimos como con Venizelos y el líder de la oposición, el conservador Andonis Samaras .

Muchas de las reformas acordadas y prometidas desde hace meses, que afectan al sector público y al mercado laboral, aún no se han votado en el Parlamento o implementado, por lo que se espera mas presión por parte de la troika hacia el gobierno de coalición. El peso político de estas reformas para los tres partidos del gobierno (socialistas, conservadores y extrema derecha) que suponen nuevos recortes y reformas para su electorado impide que estos se efectúen con eficacia y rápidez . Pero sin quita de la deuda y sin rescate no se podrán efectuar tampoco las elecciones generales, que parece ya han sido aplazadas para final de la primavera.