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Las grandes empresas suman 56.000 millones en facturas impagadas a proveedores

El presidente de las pymes catalanas pide que no se den fondos europeos a las compañías que no estén al corriente de pago

Antonio Cañete ha intervenido de forma telemática J. G. N.
Javier González Navarro

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Las grandes empresas suman unos 56.000 millones de euros en facturas impagadas a sus proveedores en los plazos que marca la legislación (60 días), según ha denunciado esta mañana en la comisión de Industria del Congreso Antonio Cañete, presidente de Pimec, la patronal de las pymes de Cataluña.

Cañete ha criticado que las compañías del Ibex han aumentado los plazos de pago durante la pandemia «a pesar de haber incrementado su liquidez entre un 25 y un 40%». Calificó de «intolerable» que esas empresas «acumulen liquidez sin respetar los plazos de pago; es decir, se financian a costa de los propios proveedores» .

El recién elegido presidente de Pimec ha pedido a sus señorías que las empresas que no estén al corriente de pago no puedan acceder a los fondos europeos. «Les pido que, con urgencia, aprueben el régimen sancionador, ya que solo el 19% de las pymes cobran en el plazo marcado».

También ha dicho que las ayudas del Gobierno están llegando «tarde y mal», ha recordado que «sufrimos graves problemas de solvencia» y ha solicitado que las ayudas sean «vía subvenciones, no préstamos».

Andrés Barceló, esta mañana J. G. N.

«Concursos de belleza»

A continuación ha intervenido Andrés Barceló, director general de Unesid, la patronal siderúrgica, que ha calificado como «concursos de belleza» las manifestaciones de interés que están presentando las empresas para acceder a los fondos europeos. «No se ha dicho cómo se repartirán ni cuál será su marco legislativo». Asimismo, ha puesto en duda que España sea capaz de absorber tal cantidad de dinero.

Considera «un mantra» la afirmación de que «deben participar las pymes, pero solo podrán hacerlo como subcontratistas, ya que no tienen suficiente capacidad financiera».

Sobre los elevados costes energéticos que sufre este sector, Barceló ha dicho que « querríamos ser una industria alemana , ni un euro más ni un euro menos», en referencia a los bajos costes que tienen las empresas de aquel país. Y ha vuelto a criticar el estatuto del consumidor electrointensivo, que supone una rebaja ridícula de 56 céntimos por megavatio hora (MWh).

Ha insistido en mejorar las infraestructuras ferroviarias del país. «Ahí es donde hay que meter dinero para descarbonizar». Y ha puesto el ejemplo de la línea entre Cartagena, su ciudad natal, y Chinchilla, «que es de vía única y sin electrificar».

También ha recordado la vieja petición del sector para que se permita circular camiones de 44 toneladas de carga , «algo que espero ver antes de mi jubilación».

Por último, ha subrayado que en el sector siderúrgico el 92% del empleo es fijo y estable. Asimismo, ha criticado la intención del Gobierno de revertir la reforma laboral para que los convenios sectoriales prevalezcan sobre los de las empresas.

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