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En la flexibilidad laboral sigue estando el secreto para reducir el paro
Reducir jornada, moderación salarial... hay «otra forma» de hacer ajustes que evita los despidos
En la flexibilidad laboral sigue estando el secreto para reducir el paro
En la flexibilidad sigue estando el secreto. Seguir buscando alternativas al despido es ahora más prioritario que nunca para un mercado que tras cuatro años sigue destruyendo empleo y engorda mes a mes las cifras oficiales de desempleo. Los últimos datos se hacían públicos hace ... solo unos días. Al terminar el mes de septiembre había 4.705.270 parados apuntados en los servicios públicos de empleo y el número de cotizantes a la Seguridad Social se mantiene por debajo del umbral de los 17 millones, lo que ya sitúa la relación entre afiliados y pensionistas en mínimos preocupantes, en 1,89. ¿Hasta cuándo la sangría? ¿Cuándo se volverá a ver luz al final del túnel? ¿La reforma laboral ha sido sufiente para frenar la escalada? ¿Es necesario dar nuevos pasos en la regulación del mercado de trabajo?
Y en Alemania, de nuevo, parece estar la respuesta a casi todas las interrogantes, según economistas y analistas. En el peor año de la crisis hasta ahora, 2009, la economía española cayó un 3,7% ; la alemana, un 5,1%. Ese año, España destruyó 1,2 millones de empleos; Alemania creó 20.000 puestos . Detrás de esta comparación están las medidas de flexibilidad interna en las empresas: las reducciones horarias y las bajadas de sueldos proporcionales, los descuelgues salariales de los convenios colectivos, los traslados o los movimientos de jornada de trabajo. Primeros pasos que también ha dado ya el Gobierno popular.
La moderación salarial ha sido uno de los mejores trucos alemanes. Entre 1990 y 1995, los sueldos avanzaron un 2,1%. A partir de entonces, sobriedad e incluso pérdidas de poder adquisitivo. En 2009, con un año de crisis ya a cuestas, las retribuciones germanas se congelaron mientras en España se disparaban un 4,3% . Porcentaje de aumento similar este último al aplicado en el mismo periodo por Grecia, del 4% o el 2,8% de Portugal.
Los efectos de la reforma laboral se esperan para 2013
La evolución es inversa a la seguida por los sueldos el pasado año. Con una economía alemana ya en crecimiento los salarios aumentaron un 3% en 2011, ejercicio en el que crecieron 0,8% en España al mismo tiempo que la economía destruyó 600.600 empleos y el número de parados marcó otro récord con 5,27 millones de afectados.
¿Hasta cuando esta escalada? Pocos se atreven a aventurar cuándo se frenará el aumento del paro, aunque son varios los economistas y analistas que esperan que el impacto de la reforma laboral de Rajoy comience a notarse en 2013 , año para que el Gobierno espera que la tasa de paro baje ligeramente, hasta el 24,3%. Pero solo por el hecho de que habrá menos población activa para trabajar.
El nivel de dramatismo que han alcanzado las estadísticas es lo que está llevando a los expertos a reclamar al Ejecutivo una nueva vuelta de tuerca en el mercado de trabajo que traiga más flexibilidad a las empresas para frenar los despidos o un endurecimiento en los requisitos para cobrar el desempleo que incluya más control del paro y ligar su disfrute a realizar de forma obligatoria cursos de formación. Ésta última reforma aún está por venir en España, aunque, en un primer paso, en el ajuste del pasado julio, el Ejecutivo recortó del 60% al 50% las cuantías de las prestaciones a partir del sexto mes.
Roto en el bolsillo del Estado
Pero además del drama social, el desempleo está provocando otro roto en el bolsillo del Estado. En agosto se destinaron a este capítulo 2.651,4 millones, un 7,9% más . Y si se analiza los primeros ocho meses del año, el gasto que se han llevado las prestaciones por desempleo en casi un 6% más que en el mismo periodo del año anterior, 21.107 millones. Datos que desbordan las previsiones del Gobierno que en los Presupuestos de 2012 prevén una caída del gasto en el 5,4%. Un hecho que implicará que antes de que acabe el mes el Ministerio de Empleo tendrá que recurrir a una inyección extra de la caja del Estado.
¿Pero cómo se protege al trabajador en España? ¿Y en Alemania? Ambos países protegen la salida del mercado de trabajo y a sus parados, aunque en España, mejor. No sólo porque el Estado destine un mayor porcentaje del PIB al efecto (2,81%), sino porque los 33 días por año trabajado que corresponden por despido improcedente suenan bien si se analiza el método alemán. Allí, sólo hay derecho a la indemnización si el trabajador renuncia a emprender acciones legales. El cálculo clásico, que deja el coste de la extinción en unos 15 días de media, consiste en pagar la mitad de las tres cuartas partes de los ingresos mensuales por año trabajado.
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