España cierra 2021 con la destrucción de casi 30.000 empresas y vuelve a niveles de 2013

Una sangría que es más voluminosa dependiendo de la comunidad, pero es Cataluña la que vuelve a ocupar la primera posición en cuanto a empresas en situación de suspensión de pagos. En esta región se dieron cerca de uno de cada tres concursos (1.613) tras dispararse las insolvencias un 43%. Por detrás, Madrid, con 1.211 en el acumulado, un avance del 36 % y Valencia, con 830, una subida del 23 %. La única autonomía que ve retroceder los concursos empresariales en 2021 es Melilla, con un descenso del 50 %

Si hablamos de sectores, resulta llamativo el crecimiento de quiebras que se da lugar en la hostelería, a pesar del levantamiento de restricciones por parte de las comunidades en el segundo semestre. En este sector, se cerró 2021 con 922 insolvencias, el doble que en 2020. Por su parte, comercio lidera los datos de 2021, con 1.247, seguido por Construcción y actividades inmobiliarias, con 1.107.

Todos los sectores ven crecer el número de concursos desde enero, salvo comunicaciones, que recorta un 9 % e intermediación financiera, que resta un 2 %.

Estos espectaculares crecimientos se dan a pesar de la moratoria concursal nuevamente prorrogada por el Gobierno hasta el 30 de junio de 2022 con el aval de Bruselas. Un factor, que contiene desde marzo de 2020 una avalancha de presentaciones concursales en los juzgados, ya que bajo esta norma se paralizan los concursos necesarios. Numerosas fuentes jurídicas vienen avisando sobre los peligros de estas prórrogas desde hace más de año y medio. «La moratoria concursal no está ayudando a la supervivencia de las empresas, sino que está posponiendo artificialmente la solución al problema. Muchas empresas en dificultades, que deberían haber afrontado ya medidas difíciles pero necesarias para su supervivencia, están agravando su estado y alejándose de una solución», explica el socio de Abencys, Manuel Gordillo. «De esta manera, cada vez son más recurrentes en el tejido empresarial las empresas zombie que, en realidad, aunque aparezcan en activo, no tienen capacidad para continuar con su actividad», añade el experto.

No solo se llegan a registros de la crisis del ladrillo en concursos de acreedores, sino también desaparición de empresas. En 2021 se perdieron definitivamente 27.760 empresas, un 20% más que en 2020. Una cifra que no se veía desde 2013, probablemente el año más duro de la anterior crisis.

Las disoluciones se dieron sobre todo en Madrid, con 7.859 el 28 % del total, y un aumento del 11 %. Le siguen Andalucía, con 3.723, un 18 % más, y Valencia, que crece un 30 %, el mayor incremento en número, hasta rozar los 3.400.

El avance de las disoluciones ha venido en ‘sprint’ en este último trimestre, pues en diciembre aumentaron por tercer mes consecutivo y alcanzaron la cifra de 3.300, el segundo dato más alto del año. Esto supuso un aumento del 40,07 % intermensual con respecto a noviembre y del 11 % al compararlo con diciembre del año pasado.

Por sectores, construcción y actividades inmobiliarias, con 6.624, y Comercio, con 5.477, encabezan los procesos de disolución en 2021. Estas, junto a las 4.450 pérdidas en servicios empresariales suponen cerca del 60 % del total de las desaparaciones de compañías. Energía, donde se bajan un 26 %, e Industrias extractivas, en el que caen un 4% son los únicos sectores donde desciende la estadística al acabar 2020.