Los controles comienzan a ser cada vez más severos, con los funcionarios portugueses convenientemente protegidos , y solo se autorizan desplazamientos justificados por motivos de trabajo o de fuerza mayor.
Mientras tanto, la iniciativa no contempla interrumpir la libre circulación de mercancías , toda vez que el abastecimiento resulta clave para evitar el colapso cotidiano de ambos países.
Se da la circunstancia de que cientos de españoles que viven en las ciudades próximas a la frontera en las zonas de Salamanca , Zamora , Extremadura o Andalucía cruzaron al otro lado durante el fin de semana con el fin de comprar productos cuya escasez comienza a notarse en España.
Fue la última ocasión para realizar esta actividad porque ya no es posible, tal es la severidad de la restricción de movimientos que comienza a regir entre los dos países.
De hecho, el primer ministro luso, el socialista António Costa, anticipó que se fijarán los a lo largo de este lunes 16 de marzo los criterios exactos que determinarán las relaciones bajo las nuevas y excepcionales circunstancias, después de la reunión por videoconferencia que celebrarán los responsables sectoriales de los estados miembros de la Unión Europea.
«Hemos decidido actuar siempre juntos en la gestión de nuestra frontera común, mantener la libre circulación de mercancías y garantizar los derechos de los trabajadores transfronterizos », subrayó después Costa en Lisboa.
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