Cellnex: un misterio con doble fondo

Merece la pena comprobar el comportamiento de la acción de Cellnex en los últimos tiempos, ajeno a la pandemia, al parón de la economía y con un rally alcista complejo de interpretar en una simple lectura. El Ibex 35 y Cellnex reflejan trayectorias opuestas en el último año (julio de 2019-julio de 2020), acentuada por la pandemia: La compañía que dirige Tobías Martínez vio la acción revalorizarse un 83,26% en los últimos 12 meses hasta alcanzar un precio histórico superior a los 56 euros (hace un año valía 30,89 euros), sumando un 26% solo durante el confinamiento. Mientras que, en el mismo periodo, el selectivo se dejó un 20% y no ha vuelto a alcanzar los 10.000 puntos desde el pasado 19 de febrero. Su capitalización bursátil se sitúa a fecha del martes en los 21.516 millones de euros . Pero, ¿cuál es el misterio de un valor que seduce a tantos inversores en estos tiempos de pandemia?¿Cómo puede tener este desempeño frente a otros gigantes del sector? Cómo rompe las tendencias del mercado a nivel mundial y supera la cautela inversora?

Los analistas consultados por ABC señalan tres factores que actuarían como vientos de cola: un modelo de negocio «atractivo» (la inmediata competencia de Cellnex es Telxius con 32.000 torres y peso en Latam), la incertidumbre que recorre los mercados (no solo por el Covid-19) y el despliegue del 5G , que aunque parece ralentizado esta ya en marcha. Además, Cellnex tiene como inversores institucionales a los fondos soberanos de Singapur (GIC, 7%) y de Abu Dhabi Investment Authority (ADIA, 6,9%) y la familia Benetton, a través de Edizione (16,45%). Como único resto de su origen español, Criteria que controla un 5% del capital social.

El profesor de Esade, Vicente J. Bermejo, explica que lo que hace Cellnex es firmar contratos de alquiler de sus torres, «que tienen una duración de unos cinco a seis años», con operadoras como Telefónica. En su opinión, «este modelo da una rentabilidad bastante segura» . Para Miguel Ángel Barrio, profesor de IEB hay otro factor que explicaría el «momentum» de la compañía: el despliegue comercial del 5G, donde las torres tendrán un gran protagonismo.

La antigua Abertis Telecom cerró el año pasado con un ebitda ajustado de 686 millones (260 millones en el primer trimestre de 2020), un 16% más que en 2018, y unos ingresos de 1035 millones a 31 de diciembre de 2019 frente a los 901 millones del ejercicio anterior. Todo ello, con una deuda neta que en el primer trimestre era de 4.569 millones , más de seis veces el ebitda del año pasado. Lo que para analistas como Ángel Pérez Llamazares (Renta 4) lo compensa por su capacidad para generar caja y los «costes tan bajos» con los que acude a los mercados.

Sea como fuere, el «misterio» Cellnex mantiene el foco sobre los fondos y sus movimientos, con la Familia Benetton sobrevolando, y la pregunta en el aire de si el negocio de las torres da para tanto como para valer más que un gran banco o el líder de su sector. Tiempo al tiempo.