Calviño recurre a bajar los impuestos para atraer a España a talentos de la nueva economía digital

No en el campo del emprendimiento digital, donde la competencia internacional es intensa. Los grandes despachos de asesoría fiscal y las propias empresas del sector digital llevaban meses advirtiendo al Gobierno de la necesidad de mejorar el marco regulatorio para entrar en esa guerra por la atracción del talento digital, en el que España cuenta de partida con importantes ventajas derivadas de su clima y su red de conexiones aéreas internacionales. Altos funcionarios del Ministerio de Asuntos Económicos iniciaron a principios de año un 'road show' con asesores fiscales y diferentes actores relacionados con el mundo digital a la busca de ideas para configurar un marco fiscal atractivo para estos nuevos emprendedores. El resultado de este trabajo se ha volcado en la norma aprobada este viernes en el Consejo de Ministros.

El proyecto gubernamental, comprometido con Bruselas y que en los próximos días encarará su trámite parlamentario, garantiza un tipo impositivo reducido del 15% durante los primeros cuatro años de beneficios tanto a las empresas como a los emprendedores personas físicas que decidan instalarse en España, es decir, tanto en el Impuesto de Sociedades como en el Impuesto sobre la Renta de no Residentes. Para tener acceso a este favorable marco fiscal, que mejora en diez puntos el tipo general del 25% que rige en ambos impuestos, tanto las sociedades como las personas físicas deberán establecer su residencia en España y acreditar que la mayor parte de los puestos de trabajo generados por el proyecto innovador en cuestión se generan en España, cautelas ideadas para impedir que el instrumento se convierta en un mero instrumento de ahorro fiscal.

La medida, no obstante, esquiva lo que los asesores fiscales identifican como la principal objeción de este régimen a la hora de atraer inversores extranjeros: el hecho de que este régimen especial identifique todas rentas generadas durante el periodo de permanencia de los emprendedores en el país como propias de España, lo que les sujeta al régimen fiscal español en el momento en que se rescatan los derechos en forma de 'stock options' o bonos . El Gobierno ha intentado sortear esta objeción elevando de 12.000 a 50.000 euros las ganancias anuales exentas de imposición a través de este esquema de tributación, muy extendido entre las 'startups'. Además ha introducido una modificación que el sector consideraba esencial. Dejar de gravar la 'stock options' por su mera tenencia, lo que venía provocando situaciones de sobreimposición ya que se pagaban impuestos por el valor estimado de esos títulos y no por su valor real en el momento en que se materializan. Ahora sólo obligarán al pago de impuestos en el momento en que se transformen en metálico.

El Gobierno también mejorará el tratamiento fiscal a los inversores que respalden este tipo de proyectos de emprendimientos especialmente innovadores. Los llamados 'business angels' que prestan apoyo financiero a las 'startups' verán elevada de 60.000 a 100.000 euros las cantidades que se podrán desgravar del IRPF, en tanto que el tipo de esa deducción será del 50%. Además se ampliará la tipología de empresas susceptibles de este apoyo financiero con ahorro fiscal, que a día de hoy se limitaba a empresas con menos de tres años de vida y que a partir de la entrada en vigor de esta ley podrán tener hasta cinco años, e incluso siete en algunos casos.

El Gobierno no ha valorado el coste que tendrá para las arcas públicas este paquete de rebajas fiscales, pero sí ha interpretado que establece un régimen fiscal muy favorable para el sector y también ha expresado su deseo de que sirva para situar a España "a la vanguardia del apoyo al emprendimiento innovador", en palabras de la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño. La vicepresidenta ha confiado en que sirva para atraer talento digital internacional y, sobre todo, repatriar el talento español que ha podido buscar acomodo en otros territorios en los últimos años.

El abanico de medidas fiscales parece más orientado en realidad a lograr este segundo objetivo, ya que exige a los emprendedores extranjeros no sólo instalarse en España sino situar aquí la parte del león de sus proyectos de emprendimiento digital. Por el contrario, el Gobierno ha suavizado los requisitos para acogerse al Impuesto sobre la Renta de no Residentes, que ya no exigirá llevar más de diez años residiendo en el extranjero sino que reducirá ese periodo a cinco años.