La cadena alimentaria tiembla ante la posible huelga de transportistas: «No podemos permitirnos otro paro»

Las empresas agroalimentarias han recordado que prestan un «servicio esencial» que fue reconocido durante la pandemia y que en estos días se encuentran en plena campaña de fruta de verano. Por ello, un paro del transporte en estas circunstancias obligaría a tirar gran parte de la producción anual de alimentos perecederos . Además, repercutiría en la imagen exterior del sector. «El hecho de no poder responder a la demanda, además de manera reiterada, supone una pérdida de prestigio para el sector productor español que puede redundar en la pérdida de destinos de exportación», añade el comunicado.

Organizaciones agrarias recuerdan que apenas existe capacidad de almacenamiento con estos productos perecederos, por lo que la imposibilidad de transportarlo conllevaría «enormes pérdidas de producto; incrementándose, de este modo, el desperdicio alimentario con los efectos económicos, sociales, medioambientales y reputacionales que esto supone» .

Los últimos afectados de la cadena serían las distribuidoras alimentarias, que se verían abocadas al cierre de tiendas, aumentando así la presión sobre los trabajadores y consecuencias sobre el abastecimiento «en ocasiones, de pueblos enteros».

«Aun cuando el producto no pueda salir de las cooperativas y el funcionamiento de los negocios no pueda garantizarse, almacenistas de origen, lonjas, de las industrias o de las plataformas logísticas y todos los operadores de la cadena deben hacer frente al pago de salarios, cotizaciones, impuestos, inputs agrícolas y ganaderos, mantenimiento de sistemas de frío, etc., con pérdidas económicas millonarias. De hecho, el amago de paro de diciembre y el paro de marzo generaron pérdidas millonarias», añade el texto.

El sector agroalimentario recuerda además que está haciendo un gran esfuerzo para repercutir lo menos posible al consumidor el alza de los precios y que todavía no se ha recuperado de los paros que realizaron los transportistas en marzo . Por ello, desde la industria han reclamado a todo el sector del transporte que no «sometan a la sociedad a una nueva amenaza» y que tengan en consideración la difícil situación en la que se encuentra el sector.

Los pequeños transportistas han avisado de que pueden reanudar las protestas el próximo mes si el Gobierno no aprueba antes del 30 de junio la ley que articula que los camioneros no puedan trabajar por debajo de costes. Algo que casi al 100% no sucederá, pues los representantes del transporte y el ministerio del ramo trabajan con horizonte al 31 de julio para cerrar el texto. La Plataforma Nacional para la Defensa del Transporte, la convocante de estas protestas, votará el próximo 26 de junio en asamblea la reanudación de las protestas.