El bono social de la luz arrancará el 1 de julio con resquicios para el fraude
El bono social de la luz -descuento en la factura para 5 millones de potenciales clientes- que entrará en vigor el 1 de julio nacerá con dificultades técnicas y resquicios que propiciarán el fraude.
Los posibles beneficiarios de ese bono son los consumidores con menos ... de 3 kW de potencia contratada, las familias con todos sus miembros en paro, los pensionistas con prestaciones mínimas y las familias numerosas.
Ese bono social será equivalente a la diferencia entre la nueva tarifa de último recurso (TUR) y las tarifas actuales, las cuales desaparecerán el 1 de julio. Es decir, que cuanto más suba la TUR, más elevado será el descuento para esos 5 millones de potenciales clientes. Si se «congela» la nueva tarifa, el descuento será cero.
La puesta en marcha del bono social ha de sortear numerosos problemas administrativos y, tanto su gestión como su financiación, han sido adjudicadas por Industria a las compañías eléctricas.
El bono será aplicado por defecto a todos los consumidores que tengan menos de 3 kW (unos cuatro millones), aunque el Ministerio admite que todavía no ha podido verificar al 100% que se trata de primeras viviendas, condición indispensable para acogerse a este descuento. De hecho, Industria va a firmar un convenio con el Instituto Nacional de Estadística (INE) para que las eléctricas puedan verificar si los titulares de esas viviendas están empadronados, lo que significaría que son sus residencias habituales. Por su parte, los parados tendrán que ir a las oficinas del INEM a pedir el certificado correspondiente, procedimiento que escapa al control de Industria por ser competencia de las comunidades autónomas.
El Ministerio revisará sólo cada dos años que los usuarios acogidos al bono cumplen los requisitos.
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