Bolivia indemnizará a Iberdrola con 32 millones de euros por las expropiaciones de cuatro empresas

Por parte boliviana, el acuerdo debía ser suscrito por el Ministerio de Hidrocarburos y Energía y la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE) de Bolivia , en presencia del embajador español en La Paz, Ángel Vázquez.

Con la firma del texto se pondrá fin a un litigio que ha durado casi tres años y para cuya solución ha sido precisa la puesta en marcha de un procedimiento de arbitraje internacional. Finalmente, se ha fijado la indemnización por la expropiación en 54 millones de dólares, de los que 34,2 corresponden a Iberdrola , ya que la eléctrica española participaba en esas empresas a través de Iberbolivia, donde tiene el 63,4 % de las acciones a través de Iberdrola de Inversiones, a su vez participada por Iberdrola Energía.

Las cuatro empresas nacionalizadas fueron Electropaz, Elfeo, Cadeb y Edeser, que distribuían electricidad a más de medio millón de puntos de suministro en los departamentos de La Paz y Oruro, casi todos en zonas urbanas.

El acuerdo prevé también la renuncia de todas las partes a plantear futuras reclamaciones relacionadas con la expropiación, así como el visto bueno por parte de la autoridad eléctrica boliviana de la gestión realizada por Iberdrola en sus filiales y la asunción de las obligaciones contraídas por estas.

El pago de la cantidad acordada podría tener lugar el viernes, y con ello se pondrá fin a la presencia de Iberdrola en Bolivia , donde otras dos empresas españolas han sido objeto de expropiaciones. Una de ellas, Red Eléctrica Española , llegó a un acuerdo hace un año por el que recibió 36,5 millones de dólares por la nacionalización, el 1 de mayo del 2012, de la firma Transportadora de Electricidad (TDE).

La tercera de las afectadas en Abertis-Aena, que todavía negocia la indemnización por la nacionalización, en febrero de 2013, de su filial Sabsa, que gestionaba los tres principales aeropuertos de Bolivia : La Paz, Santa Cruz de la Sierra y Cochabamba.

Esa oleada de expropiaciones provocó un frenazo en la presencia española en Bolivia, aunque en el último año, ha vuelto a crecer, sobre todo como consecuencia de la adjudicación a compañías de nuestro país como Sacyr, Isolux o Isotrón , entre otras de diversos contrataos relacionados con las infraestructuras del país.