Los alcaldes, soliviantados con Montero por su última oferta para dejarles gastar el superávit local

Según la propuesta de Hacienda a la que ha tenido acceso ABC, el único cambio que incluye es el compromiso del Ministerio a dar más competencias a los consistorios a abordar en la próxima reforma de la financiación local esta legislatura. «El Gobierno, consciente de esta importancia, prevé ampliar las competencias y capacidades de los gobiernos locales, garantizando el respecto de la autonomía local y fortaleciendo el papel de los municipios como unidad territorial básica. Estas reformas, junto con el nuevo sistema de financiación local que se realizará en paralelo con la autonómica, se desarrollarán a lo largo de la legislatura », recoge la propuesta de Hacienda.

Esto ha causado enfado entre los ediles . Fuentes consistoriales apuntan a que ahora mismo no hay acuerdo de cara a la votación de mañana de la Junta de Gobierno de la FEMP, aunque la negociación sigue y el PSOE está intentando convencer a Unidas Podemos y JxCat. PP y Ciudadanos rechazan esta oferta, con voces especialmente críticas como el alcalde de Zaragoza, el popular Jorge Azcón, o el regidor de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. « Se rompe el tradicional consenso en la FEMP », lamentan estas fuentes al constatar que, si finalmente sale la propuesta, será solo por mayoría ajustada.

Los ayuntamientos contaban con estos recursos para actuar contra la crisis del coronavirus y la propuesta de Hacienda prevé transferirles 2 .000 millones este año y 3.000 el que viene . Pero el precio parece alto a cambio, ya que los ayuntamientos deben prestar al Ministerio 14.000 millones a diez años.

Desde el Ministerio explican que Hacienda propone que los consistorios le hagan un préstamo porque si se gastaran sus ahorros, contablemente, incurrirían en déficit, lo que está prohibido por la Ley de Estabilidad en el caso de las corporaciones locales, y también por el artículo 135 de la Constitución. Como fuere, la propia presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), Cristina Herrero, admitió que la propuesta de Hacienda genera cierto «desincentivo» a los ayuntamientos que hayan saneado sus cuentas .

A ello se le suma que los regidores no tendrán absoluta libertad para gastar estos 5.000 millones, sino que se acotan a un catálogo de inversiones definido por Hacienda en Agenda Urbana y Movilidad Sostenible (incremento de la oferta de vivienda de alquiler o construcciones de carriles bici, por ejemplo); cuidados de proximidad –incluye el aumento y mejora de programas para mayores y dependientes, ayuda a domicilio y teleasistencia- y cultura. Los ediles también reclaman más manga ancha para poder destinar el dinero donde crean conveniente ante la crisis del coronavirus.

«Yo siempre digo que es un mal llamado superávit , un mal llamado ahorro, porque no ha sido fruto de intentar dar, tener...no, ha sido provocado por la regla de gasto», sostuvo el pasado mes de mayo la propia Montero en el Congreso de los Diputados cuando le preguntaron por qué no dejaba gastar a los municipios su superávit. «No es tan simple decir que cada uno con sus recursos, si los tiene, que los utilice y el que no los tiene, que se busque la vida. Creo que tenemos todos suficiente altura de miras para que en el marco de la Comisión de Reconstrucción del Congreso podamos ponernos de acuerdo sobre qué prioridades pueden plantearse para que los ayuntamientos puedan aportar en relación con los retos que tenemos planteados como país», resolvió entonces la ministra.