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Abengoa recortará empleo y proyectos a cambio de una quita del 60% en su deuda

KPMG habrá perfilado el mapa de deuda el próximo miércoles, cuando habrá una nueva reunión con la banca

Una valla de Abengoa EFE

L. MONTOTO / L. M. ONTOSO

Abengoa está ejecutando ya un duro plan de reestructuración para tratar de lograr liquidez tanto a través de desinversiones como de entidades financieras, a la vez que reduce drásticamente sus costes operativos ( podría haber prescindido ya de 3.000 trabajadores en algunas filiales como Brasil y en sus sedes españolas ). «La compañía ha iniciado un proceso de ajustes continuados que incluyen entre otros aspectos la reducción de plantilla y el trasvase de equipos», indicaron ayer fuentes de la multinacional sevillana, que precisan que la principal meta ahora es «adaptar la operativa a los objetivos de eficiencia y cumplir con los objetivos de competitividad necesarios en la coyuntura actual». En la hoja de ruta que está diseñando con la ayuda de la consultora Álvarez & Marsal, se parte de la base de que Abengoa requerirá una quita cercana al 60% para garantizar su viabilidad.

La firma podría necesitar una inyección de liquidez de 425 millones de euros hasta el próximo marzo, tal como se volvió a plantear ayer en una reunión con el G7 (Santander, Bankia, CaixaBank, Popular, Sabadell, HSBC y Crédit Agricole) en la sede de Abengoa en el Paseo de la Castellana, en la que estuvo el presidente de Abengoa, José Domínguez Abascal.

Mapa de deuda

La empresa aseguró que está abriendo puertas y ventanas para que KPMG haga el informe final sobre la deuda total y las necesidades específicas de financiación «con total transparencia» . De hecho, KPMG ya tiene un primer borrador sobre la situación financiera de Abengoa y tendrá el documento perfilado el próximo miércoles, cuando habrá una nueva reunión. El estudio de KPMG «será muy exhaustivo y precisará cuál es la deuda de Abengoa por entidades, sociedades, productos y países» .

A corto plazo, Abengoa baraja unas necesidades de 100 millones de euros hasta fines de año y otros 325 millones más para el primer trimestre del próximo ejercicio. En este punto hay dos exigencias por parte de la banca . En primer lugar, quieren garantías muy nítidas por el dinero nuevo que se aporte en el preconcurso, ya que en caso de que la empresa vaya finalmente a concurso de acreedores estos créditos no tendrían primacía en el pago (es un dinero que se perdería con toda seguridad).

Junto a las garantías, toda la financiación que presten a Abengoa será para partidas finalistas. «Hay que conocer y evaluar perfectamente a qué facturas y proyectos se destinará el dinero nuevo que entre en la compañía en estos cuatro meses».

Venta exprés de Yield

En paralelo, Abengoa se ha comprometido a lograr más de 1.800 millones de euros a través de un plan de desinversiones (plantas solares, líneas de transmisión eléctrica o activos en tratamiento de aguas). En este momento su gran baza es el 47% en la empresa cotizada Abengoa Yield (una sociedad independiente que agrupa una veintena de activos concesionales que ya están operativos). Por esta operación -para la que ha contratado a JP Morgan- espera obtener en torno a 700 millones de euros. « Podría facilitarse una venta exprés de Yield para solventar las necesidades de liquidez de los próximos meses sin comprometer más a la banca», apuntan las fuentes financieras consultadas por ABC. A partir del próximo miércoles, se incorporarán dos nuevas entidades a la mesa de negociación: la malagueña Unicaja y Calyon (filial de Credit Agricole). Para dar más agilidad a las conversaciones, los coordinadores de este grupo de nueve entidades serán Santander y HSBC.

Una de las áreas que más han lastrado las cuentas de Abengoa es bioenergía (biocombustibles) , que sólo en 2014 arrojó unas pérdidas de 250 millones, ha requerido inversiones por más de 3.000 millones en los últimos años y tiene una deuda bruta asociada de casi 3.200 millones. Lograr sacar esta filial del perímetro de Abengoa (con la búsqueda de un inversor) es crucial para que el grupo vuelva a centrarse en su negocio principal (la ingeniería industrial).

Otro de los apartados del plan será el de los proyectos en concesión que está ejecutando en este momento. Abengoa puede estar buscando nuevos socios que asuman algunos de sus proyectos estrella, como el megaproyecto en Chile, Atacama Solar , con más de 210 MW y que debe estar funcionando a partir de la segunda mitad de 2016; los más de 6.000 kilómetros de líneas eléctricas en Brasil; el sistema de suministro de agua potable de San Antonio (EE.UU.); o las dos desaladoras en Marruecos . La compañía necesitaría 1.200 millones de euros en los próximos años para sacar adelante estas iniciativas. En vez de asumir ese compromiso de financiación, los consorcios bancarios que han financiado estos proyectos podrían buscar un inversor que asuma el porcentaje accionarial de Abengoa y mantener a la empresa andaluza como socio tecnológico (finalizando las obras de ingeniería y gestionando su operación posterior).

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