«Bronca monumental» a Grecia en el Eurogrupo

Los ministros europeos le afearon a Varufakis no solo la falta de avances en las negociaciones sino el intento de su presidente, Alexis Tsipras, de tratar de puentearles con una reunión de última hora ayer jueves en Bruselas con la canciller alemana Angela Merkel. Varufakis quería que los demás países aceptasen una propuesta provisional de arreglo que le permitiera recibir al menos una parte del dinero que necesita desesperadamente, pero le respondieron con una sonora negativa. El presidente del Banco central Europeo, Mario Draghi, en cuyas manos está lal posibilidad de precipitar el colapso del sistema financiero heleno, dijo que mantendrá la liquidez «mientras los bancos griegos sean solventes» , pero que «el tiempo se está agotando».

Para mantener las formas, el Eurogrupo le ha vuelto a dar a Grecia un enésimo ultimátum, esta vez hasta su próxima reunión del 11 de mayo. En este periodo se revisará el formato de la negociación que hasta ahora se llevaba a cabo en Bruselas por presiones del nuevo Gobierno griego y que ha dicho ahora que si la nueva fórmula se va a parecer a la que se utilizó en tiempos de la vieja Troika, no la aceptará. Barufakis también ha dicho que algunas de las exigencias del Eurogrupo, como el recorte de pensiones o la renuncia a la ley que prohíba los desahucios, no son aceptables para el gobierno populista de Syriza.

El ministro español de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, aseguró que el Eurogrupo ha dado al Gobierno griego un «toque de atención importante», al transmitirle la urgencia de alcanzar un acuerdo y que es necesario avanzar en las negociaciones sobre las reformas.

«Ha sido un mensaje de urgencia, de que es importante avanzar. El Gobierno griego tiene que mejorar las relaciones con las instituciones de alguna forma» desde el punto de vista de los lazos entre los equipos técnicos y poniendo sobre la mesa «la situación real de la economía», afirmó De Guindos.