Las nuevas preferentes de la banca, de más riesgo, solo aptas para inversores expertos
El supervisor comunitario advierte de la «elevada complejidad» de los bonos contingentes convertibles («cocos») y teme que los inversores no estén valorando todo el riesgo que implican
Las nuevas preferentes de la banca, de más riesgo, solo aptas para inversores expertos
La banca española comercializó participaciones preferentes de forma masiva entre pequeños ahorradores para mejorar sus niveles de capital principal y cumplir con los ratios de solvencia impuestos por las autoridades. Sin embargo, la nueva norma internacional de solvencia (Basilea III) ya no las computa ... como tal. Ante eso, los bancos han diseñado nuevos productos con los que reforzar sus recursos de cara al cumplimiento de esa regulación y los test de estrés del Banco Central Europeo (BCE) . Entidades financieras de toda la Unión Europea han emitido ya unos nuevos títulos (bonos contingentes convertibles, «cocos» en el argot financiero) en cuyo contrato se advierte de la posibilidad de una quita en caso de apuros. Eso sí, y a diferencia de las preferentes, sólo se venden entre inversores cualificados.
El poseedor de esos títulos sufriría una pérdida en su inversión o vería canjeados sus bonos por otros productos que computen como capital si la entidad que los emitió, por ejemplo, ve reducido su nivel de capital de máxima calidad («core tier 1») de determinado nivel o el regulador impone al banco medidas de recapitalización para asegurar su viabilidad. A cambio de asumir ese riesgo, los bancos garantizan al inversor una rentabilidad en torno al 8%, por encima de la habitual en este tipo de deuda.
De esta forma se adaptan además al nuevo esquema de rescate de entidades financieras que han aprobado las autoridades comunitarias dentro de la unión bancaria . Bajo esta fórmula, conocida como «bail in», y con el objeto de reducir el coste de una hipotética quiebra de una entidad, los accionistas y tenedores de deuda del grupo serían los primeros en sufragar el rescate asumiendo las correspondientes pérdidas. Solo si el dinero de estos resulta insuficiente, se recurriría a los depósitos superiores a los 100.000 euros. Si aun así no se cubre el agujero, se usará el fondo único de rescate. Y se recurrirá a ayuda públicas solo en último término.
«No está claro que los inversores valoren correctamente los peligros que conlleva su adquisición», ha advertido el supervisor comunitario de los mercados, la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA, por su siglas en inglés). «Existen riesgos específicos de los "cocos" que los inversores deben tener en cuenta antes de invertir en estos instrumentos», añade en un comunicado en el que avisa de que la estructura de este productos tiene una «complejidad muy elevada».
Emisiones de bancos españoles
Hasta la fecha, la banca europea ha emitido un total de 60.000 millones de euros en estos títulos. Entidades como Barclays, Lloyd's y las españolas Santander, BBVA y Popular, que han colocado un total de 5.600 millones en «cocos», han reforzado su solvencia en los dos últimos años con este tipo de títulos. Ahora bien, la emisión de estos bonos se ha restringido a inversores institucionales cualificados y, según fuentes del sector, de primer nivel y que por tanto conocen a la perfección los riesgos asociados al producto.
BBVA se convirtió en abril del año pasado en la primera entidad española en emitir estos títulos al colocar 1.500 millones de dólares en «perpetual preffered tier 1 securities», que implican su conversión forzosa en acciones si el nivel de solvencia del banco cae de determinado porcentaje. La rentabilidad ofrecida a los inversores, todos ellos institucionales, fue del 9%. Porsteriormente, en febrero de este año, emitió otros 1.500 millones convertibles en acciones si la solvencia cae del 5,125% garantizando un interés del 7%. B anco Popular, en octubre de 2013, colocó otros 500 millones en títulos similares, y el pasado julio programó otra emisión que aplazó ante la volatilidad del mercado. Banco Santander, por su parte, colocó a principios de año 1.500 millones en «cocos» al 6,25% y que se convertirían en acciones si la entidad rebaja del 5,125%.
Sin embargo, la asociación de consumidores Adicae denunció ayer que «este producto, incluso, ha sido colocado por el sector a miles de consumidores mediante los canjes de las participaciones preferentes». Los supervisores (CNMV, ESMA e IOSCO) no pueden prohibir que, si se cumplen con todos los requisitos, se puedan colocar entre inversores minoristas. Ahora bien, y con el escándalo generado por la venta de preferentes, las propias entidades rechazan su comercialización entre particulares, según los bancos consultados por ABC. Además, las autoridades, tanto españolas como las europeas y las americanas, estarán muy vigilantes. Y el Gobierno, tras el rescate financiero, impuso una limitación por la que cualquier emisión de productos complejos ha de contar con un tramo dirigido exclusivamente a clientes o inversores profesionales de al menos el 50% del total.
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