Cómo aprender educación financiera sin arruinarse en el intento

Pero hay quien piensa que no son precisamente los bancos los actores más adecuados para promover este tipo de educación de forma independiente y eficaz entre los más jóvenes. Por formar parte de un sistema que resulta a veces «opaco» incluso para los adultos. Por ser parte interesada. Y «porque familiarizarse con la economía dentro del aula como una asignatura más, aprendiendo conceptos sobre el papel, no da buenos resultados. La economía se aprende usándola. Probando y equivocándose », asegura Raúl de la Cruz-Linacero , fundador de la plataforma Keepunto (www.keepunto.com) , la primera comunidad online para adolescentes diseñada para aprender finanzas a través de la cultura del esfuerzo y el «aprendizaje invisible», que es el resultado de sumar tecnología, educación formal y tiempo de ocio.

El «método» de este profesor de la EOI ( Escuela de Organización Industrial ) y emprendedor reincidente se basa en la relación directa entre el trabajo y la recompensa: gracias al esfuerzo que supone superar diferentes retos o a la estrategia de inversión en productos financieros virtuales, los jóvenes usuarios -o sus adultos mentores- pueden conseguir dinero virtual (kees) y gestionarlo como si se tratara de un banco electrónico, pero en un entorno de simulación seguro que les permite adquirir bienes y servicios de forma responsable. El kee no tiene equivalencia con ninguna moneda real.

En año y medio de vida, Keepunto tiene ya más de 120.000 usuarios (entre 14 y 24 años), que han logrado superar más de 4,4 millones de retos, que a su vez han generado más de 188 millones de kees. «Esta iniciativa, pionera a nivel mundial, es de origen y desarrollo español, está avalada por el Ministerio de Industria, a través del Plan Avanza2 y ha sido creada por un actor neutral al sector bancario», subraya su creador.

Los jóvenes que ya utilizan Keepunto se comunican entre ellos en las redes sociales, donde comparan y analizan sus decisiones financieras. «Es un entorno de simulación -explica De la Cruz-, por eso las condiciones de financiación que les ofrecemos son mucho más ventajosas de lo que serían en la vida real. Pero se lo hacemos notar: si nosotros damos un 3% en 3 meses, les advertimos de que en un banco de verdad no obtendrían más de 1,5% al año». De esta forma, «aprenden a sopesar sus decisiones, a esperar, a valorar lo que valen las cosas y a administrar su propio dinero», concluye.