La auditora BDO reconoce que Pescanova usaba una «contabilidad B»

La firma, imputada por un presunto delito de falseamiento de información financiera, defiende que actuó bajo las normas nacionales e internacionales de auditoría

La auditora BDO reconoce que Pescanova usaba una «contabilidad B» Miguel Muñiz

M. VELOSO

Junto a Manuel Fernández de Sousa y otros miembros de la vieja cúpula de Pescanova, en concurso de acreedores con una deuda de 3.674 millones de euros, la Audiencia Nacional investiga a BDO para esclarecer si la auditora del grupo en la última década ... falseó también la información financiera de la compañía. La firma ha reconocido este miércoles al juez Pablo Ruz la existencia de una contabilidad paralela («contabilidad B»), pero ha asegurado que nunca tuvo acceso a ella.

«Existían dos Pescanovas; la oficial, que es lo que nos daban para auditar, y la oculta, que recogía una parte significativa de las transacciones, a lo que no teníamos acceso», ha relatado Santiago Sañé, socio de la auditora, ante el magistrado, según fuentes de su defensa. En concreto, esa contabilidad oculta incluía cuentas bancarias a nombre de sociedades extranjeras pertenecientes a la matriz española. Es decir, la dirección de Pescanova había creado un enorme entramado con sus filiales y sociedad instrumentales a través de las cuales fue escondiendo sus deudas, tal y como desveló el informe forense realizado por KPMG .

Esa maraña societaria permitía al grupo ocultar el inmenso volumen de facturación falsa —KPMG lo cifró entre el 70% y el 80% de las ventas— a bancos acreedores, auditor, consejeros, accionistas y mercado. Ante la incógnita sobre cómo BDO podía desconocer la existencia de esa contabilidad paralela, el auditor ha explicado al juez que los procedimientos estándar de auditoría, según las normas que los regulan, no están diseñados para detectar fraudes, mucho menos aquellos perfectamente diseñados y organizados por la dirección de una empresas, como sucedió en el caso de Pescanova. «El trabajo realizado por BDO cumplía con normas nacionales e internacionales de auditoría», ha dicho Sañé.

BDO comenzó a auditar las cuentas de Pescanova en el año 2002, relevando a Ernst & Young, y en ninguno de los once ejercicio analizados puso salvedad alguna a las cuentas de la multinacional gallega. Tras una querella impuesta contra la firma por el fondo de inversión Cartesian, accionista de Pescanova con el 5% de las acciones, el juez Ruz imputó a BDO por un presunto delito de falseamiento de información económica-financiera .

La empresa auditora recomendó al comité de auditoría de Pescanova informar favorablemente al consejo de administración de la pesquera sobre la formulación de las cuentas individuales y consolidadas del ejercicio 2012 tres días antes de que el grupo decidiera acogerse al preconcurso de acreedores, según el acta de reunión de ese comité del pasado 26 de febrero. BDO negó la mayor e incluso señaló al juez que ese documento había sido alterado por Pescanova.

La auditora BDO reconoce que Pescanova usaba una «contabilidad B»

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