relevo
El nuevo gobernador del Banco de Inglaterra llega en metro en su primer día de trabajo
El canadiense Mark Carney asume hoy las riendas del banco central británico en pleno debate sobre continuar o no con unas inyecciones de alivio monetario que ascienden ya a 500.000 millones
borja bergareche
El nuevo Gobernador del Banco de Inglaterra ha hecho todo lo posible por incorporarse de forma discreta a uno de los puestos clave del entramado institucional británico. La expectación ante la llegada de Mark Carney era elevada. Su antecesor hasta ayer, Sir Mervyn King, había ... llevado las riendas del banco central durante diez años. Carney es, además, un canadiense en la corte de Isabel II . Y le precede una fama de encantador y un cierto parecido con el actor George Clooney.
Su antecesor llevó las riendas del banco central durante diez añosPor eso, se ha presentado en su nuevo puesto algo antes de las siete de la mañana, antes incluso que muchos de los fotógrafos asignados a retratar su incorporación. Y ha llegado al trabajo, como buen londinense de adopción, en metro . En su anónimo trayecto en la Central Line ha sido identificado por un banquero, Urquhart Stewart, que ha explicado a «The Guardian» que, «una vez he establecido que no era George Clooney, le he deseado buena suerte.
Carney, de 48 años, fue anunciado como el nuevo gobernador del Banco de Inglaterra en noviembre pasado y presentado entonces por el ministro de Finanzas, George Osborne, como «el banquero central más sobresaliente de su generación». El nombramiento de un extranjero para el puesto generó entonces sorpresa, aunque la descripción que se hacía en la oferta de trabajo publicada en «The Economist» no incluía ningún requisito de nacionalidad. «Habilidades requeridas: ser un buen comunicador y una persona íntegra y de reputación, tener una comprensión avanzada de los mercados financieros y de la economía e inspirar confianza y credibilidad», decía el anuncio .
Un salario de un millón para una estrella de la banca
A su llegada esta mañana habrá sido recibido por los tradicionales ujieres con chaqueta rosa de la institución, creada hace 319 años. Pero, según se espera, todo lo demás podría cambiar. Empezando por su salario. Carney es desde hoy uno de los altos funcionarios mejor pagados de Gran Bretaña, con una remuneración bruta total de 874.000 libras al año (1,02 millones de euros). La cifra incluye un salario anual de 480.000 libras (560.00 euros) –un 54,7% más que su predecesor – y una ayuda a la vivienda de 250.000 libras (292.026 euros) anuales.
Carney trabajó 13 años en Goldman Sachs antes de dirigir el banco central de CanadáEl gobierno británico no dudó en ofrecer un suculento paquete salarial para «fichar» a una persona llamada a desempeñar un papel clave en la salida de la crisis . Carney, licenciado en Harvard, ocupaba el puesto de gobernador de Canadá desde el 1 de febrero de 2008 . Antes de su salto al sector público, trabajó durante trece años en Goldman Sachs, en sus oficinas de Londres, Tokio, Nueva York y Toronto.
Un inusual cambio de carrera que le ha valido la etiqueta de persona con ambiciones políticas. «No se equivoquen, el movimiento de la banca de inversión al sector público fue una decisión muy deliberada, tiene ambiciones», asegura Scott Reid, que trabajó en la oficina del primer ministro canadiense cuando Carney era gobernador del banco central, en este perfil de la BBC . Sobre la fama de encantador y seductor que le precede, Reid explica que «tiene esa cualidad de estrella, y sabe cómo usarla».
Fuerte debate interno sobre el plan de estímulo
Sus encantos le valieron probablemente para salir exitoso de su primer evento social en esta nueva etapa, tras participar –solo como expectador– este domingo en el tradicional partido de cricket que organizan los empleados del Banco de Inglaterra. Su antecesor, King, era un conocido aficionado a este deporte. Pero hoy le esperan otros retos. Sobre todo, el de situarse dentro del debate interno en curso sobre la continuidad de las políticas de alivio monetario.
Carney presidirá este miércoles su primera reunión mensual del Comité de Política Monetaria , el órgano encargado de fijar los tipos de interés y de controlar la inflación. Y lo hace en un momento en el que sus ocho miembros están muy divididos sobre la necesidad de incrementar o no un plan de estímulos que ha llevado al banco central a inyectar unos 500.000 millones de euros en la economía británica.
Sus decisiones al frente del banco central canadiense y algunas declaraciones pasadas le sitúan entre los defensores de las políticas de alivio monetario. Así se lo pedían este lunes, por ejemplo, las poderosas Cámaras de Comercio británicas, deseosas de que fluya el crédito para poder sacar a sus empresas de las actuales dificultades. Otros consideran que este «dopaje» monetario, a la larga, ralentiza la salida de la crisis. La Reserva Federal de EE.UU. mantiene, de hecho, el mismo debate en la actualidad.
En el caso de Carney, los analistas destacan que, incluso, se ha mostrado dispuesto a estudiar medidas más heterodoxas, como aceptar objetivos de inflación más elevados hasta que la economía se reactive. Asume el puesto cuando el banco central acumula el mayor nivel de competencias de su historia, después de que una reforma adoptada en abril le transfiriera fuertes poderes en materia de supervisión del sector financiero, la otra pata del trabajo de Carney.
En lo personal, el banquero, nacido en Fort Smith (en el despoblado noroeste de Canadá), está casado con la economista británica, educada en Oxford, Diana Fox Carney. El matrimonio tiene cuatro hijas. En noviembre, Osborne aseguró que Carney tenía la intención de solicitar la nacionalidad británica.
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