Los patines a vela doblan el Cap d’Artrutx

El lunes 26 de junio, con un viento de levante de 14 nudos, los diez patinistas zarparon del puerto de Mahón escoltados por el pailebote Santa Eulàlia para completar la primera etapa de la vuelta, consistente en un recorrido de 20 millas hasta Fornells, en cuatro horas y media. Por primera vez, según explicó Rafael Figuerola, director náutico de la Volta a Menorca, “ninguno de los participantes tiene experiencia en esta prueba”.

La regata se reanudó el martes 27 con la salida desde la playa de Les Salines de Fornells rumbo a La Vall. La etapa, de 12 millas, empezó con un viento suave, de 10 nudos, y terminó con fuertes rachas de hasta 23 nudos. Estas condiciones de viento fuerte son difíciles de gestionar a bordo de un patín a vela puesto que el manejo de la embarcación se resuelve mediante la posición a bordo del patrón y el trimado de la vela; el patín catalán no tiene timón ni orza. Debido a la subida del viento, el patrón Txema Onzain protagonizó el único incidente de la jornada al romper el palo poco después de ser el primer barco en cruzar la línea de llegada.

Hoy, miércoles 28 de junio, se disputó la tercera etapa de la regata en la que los patines a vela pasaron de la cara norte a la sur de la isla dejando Ciutadella a babor y doblando el Cap d’Artrtux para terminar el día en Cala Galdana. La travesía, que comenzó a mediodía en La Vall, fue de cinco horas de navegación con viento moderado de poniente y no se registró ningún incidente.

Mañana, jueves 29 de junio, la Vuelta a Menorca en Patín a Vela - Trofeu Lluís Gay disputará su penúltima etapa con salida desde Cala Galdana y llegada a Cala en Porter. El viernes se celebrará la última regata que terminará con el regreso de los 10 patinistas y el pailebote Santa Eulàlia al puerto de Mahón.

El patín a vela es un catamarán monotipo de vela ligera de un tripulante. Lleva una sola vela sin botavara y no tiene timón ni orza. El gobierno de la embarcación se realiza con el movimiento y reparto del peso del patrón a lo largo y ancho de la cubierta del barco, y con la escota de la vela. Su diseño tiene más de 100 años y es fruto del ingenio popular. Su origen está en la playa de la Barceloneta de Barcelona.