Pilar Pasanau, navegante oceánica
«Lo doy todo, como si no hubiese un mañana»
Pilar Pasanau está cruzando el Atlántico en un barco de 5,80 metros de eslora y, tras completar la Globe 5.80 Transat, su plan es dar la vuelta al mundo
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Iniciar sesiónCompletadas dos terceras partes del recorrido de 3.000 millas náuticas que separa Lanzarote y Antigua, la navegante catalana Pilar Pasanau navega en quinta plaza de una flota de 12 embarcaciones en la Globe 5.80 Transat, regata clasificatoria para la Mini Globe Race. ... Tras el cruce del Atlántico, su objetivo es participar en esta competición de vuelta al mundo en solitario y con escalas, pero necesita recaudar más fondos para poder hacer frente a los requerimientos logísticos y de seguridad que implica esta circunnavegación de 15 meses a bordo de pequeñas embarcaciones de 5,80 metros de eslora.
Veterana navegante de crucero y de la clase Mini 650 y capitana de la Marina Mercante de profesión, Pasanau me atiende desde Lanzarote, a pocas horas de tomar la salida de la Globe 5.80 Transat, mientras ultima su Peter Punk para la travesía.
—¿Cómo está?
—Cansada, muy cansada. La etapa desde Portugal a Lanzarote me consumió. Mi problema es que soy demasiado competitiva, lo doy todo y más, como si no hubiese un mañana. En la travesía atlántica tengo que ir con más calma.
—¿Tuvo problemas con el piloto?
—Sí. Siempre he navegado con pilotos eléctricos o hidráulicos, pero este barco lleva un piloto de viento. Hice las formaciones y miré bastantes tutoriales, pero no me he aclarado. Este piloto necesita un constante trimado para ir bien.
—El plan es dar la vuelta al mundo a bordo de este barco y con este piloto...
—Mi sueño siempre ha sido dar la vuelta al mundo en solitario. Me hubiese gustado hacer la Vendée, pero el presupuesto es desorbitado. Didac [Costa] la hizo dos veces, fue un valiente y le ayudamos entre todos como pudimos. Cuando vi esta regata, me atrajo por ser una vuelta al mundo de bajo presupuesto. Lo que pasa es que al final los requerimientos de seguridad son más o menos los mismos, y eso supone un coste adicional bastante alto.
—Entonces, ¿hará la vuelta al mundo?
—De momento haré la Globe 5.80 Transat y llegaré a Antigua. La salida de la Mini Globe Race es el 23 de febrero, tendré unos días para ver si tengo los fondos suficientes. Me están ayudando, por ejemplo desde el Real Club Marítimo de Barcelona. Pensé que mi presupuesto me bastaría para toda la aventura, pero solo he podido poner el barco a punto.
—El barco... me fascina que sean autoconstruidos por los propios navegantes.
—No es mi caso. Compré los planos y la Facultad de Náutica de Barcelona me apoyaba para la construcción, pero me di cuenta de que dos años no me bastaban, porque estoy mucho tiempo fuera con la Marina Mercante. Algunos amigos míos lo han hecho y han tardado tres años de forma amateur. Así que compré el barco a un suizo. Él sí que lo construyó, pero luego no hizo la circunnavegación.
—¿Y cómo navega?
—Muy lento, es muy pequeño. He navegado poco en él, en la etapa hasta Lanzarote he tenido que probar trimados. Tardaremos unos 33 días en cruzar el Atlántico, y 15 meses en dar la vuelta al mundo.
—Con escalas y hacia el Oeste.
—Sí, porque no podríamos cargar a bordo todos los víveres necesarios para 15 meses. Hay que ir parando para reabastecernos. Vamos por la ruta de los alisios por el canal de Panamá y paramos en las islas. Son 28.000 millas náuticas en cinco etapas, pero podemos hacer escalas intermedias con una penalización de tiempo.
—Es una vuelta al mundo larga.
—Entre una cosa y otra, 18 meses fuera de casa. He pedido una excedencia para poder dar la vuelta al mundo. Y aquí estoy, en mi séptima travesía atlántica y sin saber si luego podré cumplir mi sueño.
—¿Cuál es el objetivo en la 5.80 Transat?
—Estar por el grupo de delante para que se hable de mí y conseguir un patrocinador.
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