Halep y Murray, dos campeones que recuperan el hambre

La estadounidense, puro músculo de 18 años, lo apostó todo a la fuerza. Sus saques se mueven en los 200 kilómetros por hora y ejecuta las derechas con igual rapidez. Quiso atormentar a Halep desde el resto, latigazos que dejaban sin oxígeno a la rumana. Pero la doble campeona en Madrid envuelve la pelota como nadie. Su revés, uno de los más estéticos y efectivos, supo frenar la velocidad de pelota de la estadounidense y convertirla en un proyectil teledirigido a las esquinas.

Fraguó así el primer set, desequilibrando la mano de Gauff en el séptimo juego, donde entregó el break con una doble falta; y se recompuso del 1-4 en el segundo. Es verdad que la estadounidense encontró su ritmo, más centrado que en la primera manga, pero esta Halep confía en su mano precisa y delicada cuando se requiere. Taladró los saques de Gauff y dejó claro que no todo en el tenis es potencia. Que los saques a 170 kilómetros por hora también pueden conseguir aces y que una pelota colocada y blandita puede hacer el mismo daño que un obús.

Quien parece recuperar también su forma y su hambre tenística es Andy Murray , vencedor de un primer partido de otro tiempo contra otro gran campeón que no vive sus mejores momentos, Dominic Thiem , ahora 91 del mundo.

El escocés estuvo mucho más acertado, preciso y seguro en un torneo que ha ganado en dos ocasiones, 2008 y 2015. La mano de Thiem tembló más, 16 errores no forzados en el primer set por solo tres del escocés . Y la dinámica continuó en la segunda manga, aunque el austriaco no ha perdido ese revés precioso con el que dejó puntos brillantes.

Sin embargo tuvo más energía Murray, que llegó a todo haciendo funcionar a la perfección esa cadera de titanio con la que se ganó una segunda vida en el tenis. En el Mutua Madrid Open ha cogido con ganas la invitación, y mide fuerzas en segunda ronda con Denis Shapovalov o Ugo Humbert.