Todo parece de color de rosa para Federer

Federer debutó el martes por la noche y se deshizo con facilidad del argentino Juan Ignacio Chela, por 7-6 (7) y 6-3. El suizo, que acaba de cumplir 29 años, estaba satisfecho con su debut en Toronto, aunque se sintió «un poco oxidado» tras el parón estival. «Siempre es bonito volver tras seis semanas y ganar», dijo el tenista helvético, que, por primera vez desde 2003, juega un torneo como número tres del mundo. No obstante, no es ése un tema que le preocupe: «Otros han jugado muy bien y se merecen su posición en el ranking. Las clasificaciones dependen de los torneos ganados, así que no mienten. Sé que tengo que hacerlo mejor para poder ascender».

Precisamente quien le antecede en el ranking, Novak Djokovic, ganó ayer, no sin apuros, al francés Julien Benneteau por 7-5 y 7-5. Los dos defienden la ronda de cuartos alcanzada el año pasado (180 puntos). Teniendo en cuenta que ahora mismo les separan sólo 110 puntos, Federer podría salir de Toronto con el número dos que ahora ostenta el serbio, aunque el liderazgo de Nadal le quedaría aún muy lejos.

La «Armada», mal

La «Armada», nunca demasiado ducha en la disputa de torneos sobre superficie rápida, está dando la de arena en Toronto, después de los muchos triunfos de las últimas semanas en torneos de tierra batida como los de Bastad y Gstaad. Si en la jornada del martes Feliciano López y David Ferrer mordían el polvo, ayer les tocó el turno a Tommy Robredo y Nicolás Almagro.

Robredo no pudo hacer nada frente al argentino David Nalbandian e hincó la rodilla por un contundente 6-3 y 6-1, en sólo 56 minutos, después de adjudicarse sólo el 50 por ciento de los puntos con el primer servicio.

No le fue mejor a Almagro, que cayó por 7-6 (5) y 6-2 ante el francés Michael Llodra. En el «tie break» del primer set se llegó a ponerse con 3-0 a su favor, pero no supo consolidar la rotura de servicio y se hundió, para ya luego dejarse llevar en el segundo set.