Jornada negra para España

El primero en decir adiós fue Nicolás Almagro, incapaz y superado claramente por un Novak Djokovic completísimo. Está fino el serbio, tal y como reconoce Almagro , y sólo ofreció dudas con el primer punto del partido, en donde regaló una doble falta. A partir de ese instante, explotando al máximo la estrategia, mareó a Almagro en una hora y 44 minutos de juego (6-3, 6-4 y 6-0). Djokovic, ganador aquí en 2008 y con una confianza tremenda desde que ganó la Copa Davis a finales del pasado año, ofreció un generoso repertorio de golpes para desesperación del murciano, que en el último set se dejó llevar, rendido ante la evidencia.

Poco después, tomó la misma puerta Fernando Verdasco. Le eliminó Tomas Berdych, sexto cabeza de serie y un tenista que juega a las mil maravillas en esta superficie, pero se esperaba un poco más de batalla. Verdasco perdió en una hora y 48 minutos y el 6-4, 6-2 y 6-3 demuestra la superioridad del checo, que sólo cometió ocho errores no forzados por 39 del español. Berdych se enfrentara en cuartos, precisamente, a Djokovic.

Y para acabar, Tommy Robredo. Tenía cita en la central con Roger Federer, segunda raqueta del mundo, y el catalán dio una imagen muy digna pese a la derrota. Se ha enfrentado diez veces al suizo y en todas ha perdido , pero en Australia, al menos le ha robado un set. Al final, 6-3, 3-6, 6-3 y 6-2. Nadal y Ferrer se quedan solos en el Rod Laver Arena.