Las claves de un Nadal preparado para la semifinal ante Djokovic

Serán, con el de hoy ( no antes de las 17.30, Eurosport ), 58 enfrentamientos, pero cada uno es distinto y especial, encantado Roland Garros con este noveno choque en sus pistas porque cada año los dos son mejores, se han estudiado más, se han respetado menos, se han hecho mejores para buscar ese resorte que los haga ser superiores sobre el otro. Es el serbio quien gana los cara a cara (29-28), pero es el español quien arrasa en la tierra de París (7-1).

Es aquí donde el balear blande sus mejores condiciones. Así lo dicen los números, los rivales, el público. No hay mentira en esas 105 victorias de 107 posibles, esos trece títulos y esa estatua que da la bienvenida a los espectadores de Roland Garros. Y si todo esto pudiera definirse simplemente en una palabra, así lo expresa Moyà: «La capacidad de adaptación que tiene es espectacular» . Pasarán los años, se cambian las fechas, varían los nombres al otro lado de la red, con edades cada vez menores, mayores su capacidades físicas, y Nadal sigue ahí, tan favorito siempre que pisa París, tan consciente de sus propias limitaciones para seguir mejorando día a día, nadie tan camaleónico. «Llegábamos con muchas dudas el año pasado porque solo había tenido Roma para prepararse y no había ido muy bien. Y luego jugó como jugó en condiciones que teóricamente no le favorecían », recordaba Moyà de aquella final de grato recuerdo para el equipo, una paliza abrumadora a Djokovic (6-0, 6-2 y 7-5).

«Para mí la evolución más grande es que antes Rafa sabía que jugando consistente ganaba al 90 % de los jugadores y quizás tenía que ser algo agresivo para ganar a dos o tres jugadores determinados. Ahora él ya no juega consistente, ahora juega agresivo más consistente . Eso hace que cometa algún error más de los que estábamos acostumbrados, pero eso le da la posibilidad de ganar partidos mucho más rápido», explica para ABC Álex Corretja, extenista y comentarista de Eurosport, cadena que emite en exclusiva el torneo. Y completa la explicación: «Partidos que antes ganaba 6-3 y 6-4 en una hora y 50 y ahora a lo mejor es 6-3 y 6-2 en una hora y 10. Esos 40 minutos que él cada vez suprime hace que ahorre energía y que llegue a las rondas finales más fresco ». Incluso el partido contra Diego Schwartzman que se alargó a los cuatro sets, fue así, exigente en el punto a punto, pero no en el trayecto completo, del que sacó hasta beneficios. « No nos preocupa demasiado ese bajón que tuvo en el segundo set. Lo vemos en el día a día entrenarse y nos preocupa poco que pasara esto. Mejor, claro, si puedes estar todo el partido a un nivel muy alto. Yo soy partidario de intentar ganar los partidos fáciles, pasar menos tiempo en pista, pero a pesar de todo el de Schwartzman no fue muy largo. Pasó momentos normales de presión y momentos muy brillantes. Hay que intentar maximizar y alargar esos momentos brillantes y que duren lo máximo posible en el partido. Y atravesar dificultades en el camino no viene mal », analizaba Moyà.

«Va a dos marchas más, ha tenido los partidos muy controlados. Va pletórico de fuerzas, con una energía impresionante, que cuando necesita estar agresivo no se lo piensa », añade Jordi Arrese, excapitán de Copa Davis y buen analista. «Para él llegar a Roma y pasar el día de Shapovalov es lo que le da la posibilidad de volver a triunfar allí y de estar en París como claro favorito, pues ha sabido sufrir en esta gira de tierra», corrobora Corretja. «Es el que juega con más variaciones, más parábola y agresividad. Ha mejorado la agresividad en el primer saque pero, sobre todo, en el segundo, que era muy poco veloz. Abre mejor la pista, se invierte a la perfección y cuando coge la derecha es muy difícil sacarlo. Lo que también maravilla es cómo ha mejorado el físico, para desgastarse menos y ajustarlo a esta nueva versión. Pasa de una acción de defensa a atacar porque Rafa recupera unas bolas que no las recupera nadie y es muy decepcionante para el rival porque ve cómo todo su ataque se queda anulado porque Nadal, de repente, saca un golpe y acaba mandando».

Porque a la adaptabilidad, se une esa capacidad asombrosa de saber sacar de la chistera el truco mágico para pasar de sufrir a avasallar . «En los últimos nueve juegos, Schwartzman prácticamente no tiene opción de tocar pelota», recordaba Moyà. «Creo que esos juegos fueron del mejor nivel de todo el torneo», confesaba Nadal. «Nosotros conocemos esa versión de Rafa, luego se trata de ejecutarlo en el partido. Algunos rivales te dejan más que otros», añade Moyà. Que completa la idea de que esta capacidad, no obstante, es la que hace que los partidos entre Nadal y Djokovic sean casi siempre muy parejos. «Es difícil llegar arrasando a las semifinales de un Grand Slam. Novak ha tenido altibajos contra Musetti (perdió los dos primeros sets), o contra Berrettini (perdió el tercer parcial), pero siempre encuentra la manera de escapar. Son dos jugadores que siempre la encuentran, con diferencias en su juego, pero son dos supervivientes natos ».

Después de 58 partidos se conocen a las mil maravillas, tanta información de uno y otro que es difícil sorprender. El serbio busca, a la desesperada, quitarse el mal sabor de boca que le dejó el último choque en París. «Me dominó durante todo el partido. Espero tener una mejor actuación que, sobre todo los dos primeros sets», asumía el serbio. «El recuerdo es imborrable, porque fue una final de Grand Slam. Nadal lo borró de la pista. Pero aprendes de ello. No jugará igual, con la idea de cortar ritmo : hizo dos dejadas en el primer juego, ahora tendrá más paciencia. Pero Nadal es tan bueno que es una locura que intentes un partido de poco desgaste. Para mí el partido depende totalmente de Rafa», aventura Arrese.

«A Djokovic lo tenemos muy estudiado. Igual que nosotros intentamos ajustar cosas en rápida para hacerle el partido más difícil, esperamos que mueva ficha porque lo que ha intentado hasta el momento no le ha funcionado . El nivel de 2020 de la final va a ser difícil superarlo. Firmo igualarlo. Fue una clase magistral de cómo se juega al tenis en tierra batida. Sabemos que este no va a ser así, va a estar exigido mentalmente todo el partido, va a tener dificultades, con alternativas, momentos duros. Pero confiamos mucho en Rafa; si juega a un nivel alto, y los que lo vemos día a día sabemos que tiene capacidad para llegar y mantenerlo, puede ganar». Es Roland Garros, es la Philippe Chatrier; es Rafa Nadal.