El US Open, huérfano

Defenderá territorio con uñas, dientes y su revés prodigioso Novak Djokovic . Aunque no ha podido repetir su apoteósico año 2011 y no pudo llevarse metal en los Juegos Olímpicos, el serbio ganó el Masters 1.000 de Canadá a principios de agosto y tiene bien afinada su raqueta. Quiere terminar el año como empezó, ganando un Grand Slam. Sin la presencia de Nadal, no podrá repetir final épica, pero la competencia ha multiplicado las ambiciones de los aspirantes.

Entre ellos, el número 1 del mundo, Roger Federer , que rompe las barreras del tiempo y firma hasta el momento un año brillante. Agazapado desde que la rivalidad borró su nombre y lo sustituyó por el de Djokovic ha esperado su oportunidad para dar el salto en este 2012 en el que ha conseguido seis títulos (Rotterdam, Dubái, Indian Wells, Madrid, Wimbledon y Cincinnati). No pudo alcanzar su dorado sueño olímpico, pero la plata no le ha sentado mal. Su cambio de hierba a pista rápida le granjeó otro Masters 1.000 y su raqueta parece dispuesta a recuperar el trono estadounidense.

Al suizo le arrebató el oro el eterno aspirante a todo lo grande. Por fin, Andy Murray se libró de sus fantasmas y se ganó el calor y el respeto de su país. La medalla de oro le ha consagrado ya como firma candidato y el US Open es una buena prueba para demostrarlo. Finalista en Wimbledon y en Miami , el británico suspira por alargar al aplauso que recibió en la pista central del All England Club.

Muy cerquita de los tres primeros aparece David Ferrer , que sube un puesto en la escalera de favoritos porque las bazas españolas pasan por él. Agresivo en este 2012 con cinco títulos (Auckland, Buenos Aires, Acapulco, Hertogenbosch y Bastad), el alicantino ya no tiene nada que demostrar, pero sí mucho por recoger. Parte como cuarto cabeza de serie, por lo que no se toparía con ninguno de los tres primeros hasta semifinales.

Mientras las pistas de Flushing Meadows ya palpitan, Rafa Nadal continúa en su reposo obligatorio que comenzó al comienzo de Wimbledon. La rodilla necesita tiempo y mimos, lo que le está procurando el tenista en estos meses. Además de un intenso tratamiento para superar la «hoffitis» : «La grasa de Hoffa es una estructura que da consistencia biomecánica a la articulación de la rodilla en su parte anterior, es como si fuese el lecho de descanso del tendón rotuliano. Está situada en la cara posterior de la rótula y tiene que ver con todo el aparato extensor de la rodilla. Es el “el tendón de Aquiles” de los deportistas que basan su juego en la velocidad pura», explica para ABC Francisco Santomé, fisioterapeuta experto en Deporte, Traumatología y Biomecánica. «Siempre se puede más, pero romper los límites de las estructuras pasa factura».