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Entrevista

Nadal: «Más que ganar los cuatro grandes firmaría poder jugarlos»

El balear profundiza en su lesión y en el tratamiento para alargar su exitosa carrera, sin olvidarse de su felicidad fuera del tenis, como con el parchís

Nadie tan grande como Nadal, un caso aislado de longevidad entre la élite

Inyecciones de radiofrecuencia pulsada: Así es el tratamiento al que se encomienda Nadal

Rafa Nadal, este lunes en París tars conquistar su 14º Roland Garros Reuters
Laura Marta

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Se sienta Rafael Nadal en un sillón de corte clásico en el salón Ópera del hotel Intercontinental para recibir a los enviados especiales. La sala, esculturas, techos altos, vidrieras y espejos por doquier, se construyó en 1862 y albergó la vida social de ... la Francia más ilustre, con Victor Hugo como uno de sus más destacados invitados. Hoy, nadie más ilustre que Nadal, el rey Nadal, campeón de Roland Garros por decimocuarta vez, 22 Grand Slams , a quien le da apuro ser el único sentado mientras los demás están de pie. Pero lo necesita; la cojera es ostensible y también los gestos de dolor, aunque los camufle con una sonrisa siempre amable a todos los presentes. Pie derecho estirado y pie izquierdo, ese pie, encogido bajo el sillón y con el tobillo fuera de la zapatilla. Se acaba de despertar el pie. No Nadal, el pie, después de dos semanas con inyecciones para dormir el nervio sensitivo. Y ahora duele. Fue su deseo de cumpleaños: un pie nuevo, por encima de cualquier título. De todos los títulos, incluso este, especial donde los haya, aunque la celebración fue tranquila:cena en el mismo hotel con familia, patrocinadores, amigos de Mallorca y Pau Gasol, por ejemplo.

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