La final número cien en la historia del primer Grand Slam de la temporada ha batido a la del US Open de 1988, en la que el sueco Mats Wilander ganó al checo Ivan Lendl en 4 horas y 54 minutos.
Además, la final también se ha convertido en el partido más largo en la historia del Open de Australia , tras superar a la semifinal que en 2009 protagonizó también Nadal, ante su compatriota Fernando Verdasco, que duró cinco horas y 14 minutos. En aquella ocasión, el resultado fue favorable a Nadal, quien acabaría ganando el torneo, por 6-7, 6-4, 7-6, 6-7 y 6-4.
Además esta final supera un nuevo récord, ya que el ganador se ha llevado el mayor premio en metálico repartido en la historia de los Grand Slam, con 2.3 millones de dólares australianos (1,85 millones de euros, 2,45 millones de dólares).
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