MUTUA MADRID OPEN
«Hay que tomar decisiones en cuestión de segundos, es agotador»
Javier Sansierra es de nuevo el juez árbitro del Mutua Madrid Open. McEnroe le hizo callar, le han apuntado con un rifle y ha acompañado a la pista a Nadal y Federer en muchas ocasiones
NOEMÍ LÓPEZ TRUJILLO
Dice que los árbitros son como «dictadores benevolentes», pero él lleva ya más de 40 años en este mundo, en el que comenzó como recogepelotas. Es Javier Sansierra, juez árbitro internacional de la ITF, ATP y WTA, aunque se formó en Derecho y Marketing. Su ... misión es que nada falle en el Mutua Madrid Open y ser más benevolente y justo que dictatorial.
S iendo juez de silla, ¿alguna vez ha llegado la sangre al río?
Arbitré una final con McEnroe en el 84, y por aquel entonces el código de conducta era muy flexible. Recuerdo que yo pedía silencio una y otra vez al público, pero nada. McEnroe se acercó y me dijo: «¿Usted no va a hacer nada para que la gente se calle?». Le dije que estaba haciendo todo lo posible y él me contestó: «No es suficiente. Lo que tienes que hacer es bajarte de la silla e irte a tu casa».
¿Puede ser un oficio de riesgo en ocasiones?
En Nigeria, íbamos con el equipo argelino y el chófer de la Federación nos llevó por unos atajos. Íbamos bastante rápido, así que nos paró la policía. Comenzaron a discutir, se calentó la cosa y nos apuntaron con un rifle. Me dispuse a interceder, en inglés, para calmar los ánimos, pedir disculpas, y el policía captó mi acento y me dijo: «¿Imperialista americano?». Le contesté: «No, no, soy español». Le cambió el chip y ya relajado me preguntó: «¿Maradona? ¿Julio Iglesias?». Suspiré aliviado (risas).
«Hay que ver el ojo de halcón como un respaldo, no como un ataque»
¿Alguna vez ha pitado algo y acto seguido se ha dado cuenta de que se había equivocado?
Cualquier árbitro se equivoca. Tienes que tomar decisiones en cuestión de segundos, por eso la concentración tiene que ser máxima. Es agotador.
Y el tenis conoció al ojo de halcón. ¿Flechazo o desencanto?
A los jueces de silla les sentó mal al principio, porque ponía en duda la decisión del juez de línea. Pero ha sido un auténtico revulsivo, y hay que verlo como un respaldo, no como un ataque.
Y de reglas, ¿cuál destacaría?
A nosotros nos indican hasta las veces que le puedes contestar a un jugador la misma pregunta, que son tres. A partir de ahí, hay un tiempo, que son 20 segundos para reanudar el juego. No es reglamentario, pero es una recomendación. Piensa que el jugador puede estar comprando tiempo, que esté extenuado y te repita muchas veces la pregunta para descansar. Hay muchas reglas también respecto a lesiones. Tienes que tener en cuenta si vomita o no, si sangra o si es diabético. Un diabético es el único que puede recibir una inyección, y nunca en la pista, por aquello de la estética médica.
«El arbitraje tiene tres patas: conocer las reglas, trabajar en equipo y ser puntual»
Ha sacado a muchos jugadores consagrados a pista. ¿Algún secreto a puertas cerradas?
Secretos no, pero sí que ves cosas que nadie más ve. Por ejemplo, hay un código entre los jugadores justo antes de salir, una especie de cortesía del tenis… Los dos minutos antes de entrar en pista de un Nadal y un Federer son un auténtico ritual. Quién sale antes, por qué sale antes, cuántos pasos adelanta, cuántos va hacia atrás, cómo le mira… Hay como una pequeña lucha psicológica casi imperceptible, pero sana.
¿Y el ritual de un árbitro?
El arbitraje tiene tras patas: conocimiento de las reglas y procedimientos, el trabajo en equipo y ganarte el respeto de tus compañeros y, por último y más importante, la puntualidad. El árbitro que llega unos minutos tarde... no es muy bien recibido.
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