Djokovic, victoria y lágrimas en recuerdo de su abuelo

El choque no le resultó tan plácido como la eliminatoria precedente. Dolgopolov es un tenista de altibajos, es cierto, pero cuando está enchufado es capaz de plantar cara a la aristocracia del tenis. Así lo hizo en un primer set impecable, lleno de bolas profundas, moviendo a un Djokovic quizás lastrado por el dolor, pero también por la falta de respuesta tenística.

La reacción llegó en la segunda manga, en la que el ucraniano perdió la brújula, lastrado por sus propios errores. La consecuencia fue un claro 6-1 para Novak en poco más de treinta minutos. La lluvia provocó entonces un parón de algo más de media hora. En la reanudación se vio el mejor tenis de ambos contendientes. Cada jugador mantuvo su servicio hasta el 4-4, en el que el ucraniano volvió a hacerse un lío. Encadenó varios errores que aprovechó el número uno para situarse a un juego de la victoria.

Djokovic ganó su saque y por tanto el partido. Se agachó y miró primero al suelo y, después, con lágrimas en los ojos se dirigió al cielo en recuerdo a su abuelo.