Tenis
El despegue supersónico de Alcaraz
Desde su primer triunfo en la ATP, en febrero de 2020, hasta acariciar el top ten al inicio de una temporada de tierra en la que apenas defiende puntos: así vuela el murciano
«Estoy preparado para ganar un Grand Slam»
Alcaraz comienza en Miami su propia era
Los cinceladores de Carlos Alcaraz
Aunque disputó un partido de la fase previa del Conde de Godó en abril de 2019, su estreno en el circuito ATP de verdad, el absoluto, se produjo el 18 de febrero de 2020: una primera victoria, sobre Albert Ramos (7-6 (2), 4-6 ... y 7-6 (2)), en tres horas y 36 minutos. Era el ATP 500 de Río de Janeiro y Carlos Alcaraz tenía 16 años, cara de no haber roto nunca un plato, pero empuñaba la raqueta con la ambición de quien busca protagonizar una revolución. Este domingo dio un paso definitivo para reclamar su sitio en la élite.
Aquella primera ronda en Río vino acompañada por la confianza y el saberse que estaba en el camino correcto. También de unos primeros puntos que lo situaron, a finales de ese 2020, en la posición 141 del mundo. Pero Alcaraz, quien confirmara anteayer ante la prensa que es un chico ambicioso -«siempre quiero más»- , tenía un plan para atacar el orden establecido.
Fue, fiel al estilo de su entrenador, Juan Carlos Ferrero, dando un pasito cada vez. Pero a la velocidad de la luz. Cumplió 18 años en su partido contra Rafael Nadal en el Mutua Madrid Open. Su punto de despegue a pesar de que al balear no le tembló el pulso para dejarle claro que todavía tenía que crecer. Alcaraz tomó nota de ese recado, del 6-1 y 6-2 y se puso a trabajar.
Como de cabeza va bien amueblado, introdujo un cambio de rutinas para una transformación física masiva. Más proteínas y pescado. Horas y horas de ejercicios. Desarrollo de la resistencia, sin aumentar demasiado el músculo pero sin olvidar la explosividad . El tenis de ahora exige eso: calidad, potencia, velocidad y aguante. Todo.
Los resultados comenzaron a llegar. Ese mismo mayo del choque contra Nadal, primer título ATP, en Oeiras, 125 puntos para el zurrón; en julio, segundo trofeo, y un escalón más alto, el ATP 250 de Umag; en octubre, semifinales en el ATP 500 de Viena; el 1 de noviembre, octavos del Masters 1.000 de París-Bercy. ¿Nota final? Puesto 32.
Para 2022 el objetivo era entrar entre los 15 primeros del mundo. Pero en cuatro torneos ha superado la barrera. Dos años después, vuelve a Río de Janeiro, y aquella primera victoria ATP se convierte en su primer título de categoría 500. Un trampolín de confianza para atacar el Masters 1.000 de Indian Wells donde se cita con Nadal . Pero de aquel Alcaraz que se llevó una lección en la Caja Mágica queda ya poco y exige al campeón de 21 Grand Slams hasta el punto de que el balear se marcha de la contienda con una fisura en una costilla. El niño ha crecido.
Evolución del tenista
en el ranking ATP
4/4/2022
Título ATP 1.000 Miami
11º
1/11/2021
Octavos ATP 1.000
París-Bercy
19º
35º
29º
14/2/2022
Título ATP 500
Río de Janeiro
42º
25/10/2021
Semifinales
ATP 500 Viena
7/3/2022
Semifinales
ATP 1.000
Indian Wells
73º
5/4/2021
Semifinales
en Marbella
19/7/2021
Título ATP 250 Umag
133º
7/12/2020
Puesto:
114º
141º
17/5/2021
Título ATP 125 Oeiras
Fuente: ATP / ABC
Evolución del tenista
en el ranking ATP
4/4/2022
Título ATP 1.000 Miami
11º
1/11/2021
Octavos ATP 1.000
París-Bercy
19º
29º
35º
25/10/2021
Semifinales
ATP 500 Viena
42º
14/2/2022
Título ATP 500
Río de Janeiro
19/7/2021
Título ATP 250
Umag
73º
7/3/2022
Semifinales
ATP 1.000
Indian Wells
114º
17/5/2021
Título ATP 125
Oeiras
7/12/2020
Puesto:
141º
133º
5/4/2021
Semifinales
en Marbella
Fuente: ATP / ABC
Pertenece a ese grupo de aspirantes a todo, Medvedev, Zverev, Tsitsipas, Ruud, que aún sufren altibajos, incapaces de enlazar títulos y finales como lo han hecho Rafael Nadal, Roger Federer y Novak Djokovic, desde hace dos décadas, aunque estos muestren sus debilidades. Pero el Alcaraz que se coronó en Miami parece presto a mantener la regularidad . La prueba de fuego la pasará el curso que viene, con la presión de defender un buen botín de puntos de este año de la eclosión definitiva.
Capaz de sufrir y esperar el momento óptimo, con un control en cada punto con el que muchos chocaron. Pudo con el veterano Cilic, con el consolidado Tsitsipas, con el emergente Ruud. Y sin jugar ni siquiera perfecto en la final. Aceptaba, con su primer Masters 1.000 en la mano , que había aprendido a leer mejor los encuentros . «Antes salía del partido diciendo ¿qué ha pasado? Ahora hago una mejor lectura y soy capaz de decirme 'Carlos, está pasando esto, vamos a cambiar cosas que no están yendo bien, ve por otra vía'».
Ya es once del mundo, a solo 29 puntos del top ten. Y con un margen de mejora que asusta a sus rivales, pues apenas defiende 391 puntos en la gira de tierra. A partir de ahora, Montecarlo, Barcelona, Madrid, Roma y París. Quiere un segundo Masters 1.000 en tierra y avisa: «Estoy preparado para ganar un Grand Slam». «Si quieres ser el mejor tienes que ganar a los mejores. Así que para ser el mejor tienes que ganar a Nadal en tierra». De Murcia al cielo.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete