Ferrer adelanta a España en la final

Ferrer sudó de lo lindo para apuntarse otro triunfo más en su torneo preferido, el que más alegrías le ha dado. Le costó horrores desactivar a Stepanek porque a los checos les va la vida en este pulso, empeñados en repetir aquella gesta de 1980 cuando Ivan Lendl aún no había cambiado su pasaporte por el norteamericano. Desde esa nostalgia se encendió el O2 Arena de Praga, poco poblado a primera hora de la tarde. Fue cogiendo temperatura con la reacción de su tenista, que reaccionó en el segundo set sin que cambiara su suerte.

En el primero, eterno, Ferrer se empleó durante 58 minutos para acabar cerrando el puño, encendido con ese "¡vamos!". Se prolongó demasiado algo que pudo resolver antes , pero chocaba una y otra vez con el mismo muro cuando se le presentaba la oportunidad. En el sexto juego, que llegó hasta los 23 minutos, Ferrer desaprovechó hasta siete pelotas de break y no rompió hasta la novena, que le valió para ponerse con 5-3 y saque. Una odisea.

Era el guión establecido porque las ilusiones de Stepanek pasaban por los primeros compases , consciente de que sus piernas no dan para tanto. Fue agresivo, apretó cuando tocaba y repitió una y otra vez su táctica. El checo, 37 del mundo, exprimió el saque-volea y se benefició de la intermitencia de Ferrer, a vueltas primero con la adaptación a la rápida pista y molesto también con su raqueta.

Parecía que ese parcial acababa con Stepanek y más después de que Ferrer rompiera de entrada en la segunda manga. Necesitó también un puñado de opciones para confirmar a la sexta, pero sin darse cuenta sintió en su propio cuerpo la reacción del enemigo. Steps nunca se rinde y menos con la bandera de por medio.

El número dos de los checos reaccionó con una fuerza encomiable y recuperó el saque perdido en el sexto juego. Fueron sus mejores momentos, sus golpes más espectaculares. Dio un recital en la cinta mientras se difuminaba por momentos Ferrer , que seguía sin aprovechar todas sus ventajas. Con todo, el alicantino volvió a quebrar y esta vez sí fue definitiva para ponerse dos sets arriba. Para variar, tuvo su dosis de suspense ya el ojo de halcón alargó la celebración del español. Una hora y 8 minutos de debate, encuentro infinito.

Ya a la desesperada, Stepanek entendió que se le acababan las fuerzas cuando perdía su servicio en el primer juego del tercero. Era demasiada cuesta para subir y no valía la pena el esfuerzo con lo que está por venir . Está llamado a jugar el dobles con Tomas Berdych por mucho que los titulares sean Ivo Minar y Lukas Rosol y puede ser que la final se tenga que decidir en el quinto partido que disputaría contra Nicolás Almagro.

Ferrer terminó con un grito ensordecedor, liberado porque la batalla fue dura y el amor propio de Stepanek le dio para respirar hasta el final. Queda la victoria, convincente y más a estas alturas de la temporada en donde el depósito está en reserva, pero se reprocha a sí mismo el perdonar tanto. Sólo ejecutó cinco bolas de break de las 25 que tuvo , demasiadas concesiones para un oponente tan orgulloso. Pero ganó, que es lo que se le pide al número uno. España se acerca a la sexta.