Barty y Vondrousova, finalistas de Roland Garros

Se disputaron las semifinales con ciertas prisas porque el tiempo no invitaba a demasiadas cosas. Amaneció el viernes con nubes, algo de lluvia y muchísimo viento. De hecho, era muy complicado jugar en algún momento, pero Barty y Vondrousova se adaptaron mejor a la situación que sus enemigas.

Barty, en la Suzanne Lenglen, empezó arrasando a Anisimova. En menos de un cuarto de hora, la australiana, ocho del mundo y que como poco se asegura dar el salto hasta el número tres de la WTA (puede ser dos si gana el sábado el título), se puso con un 5-0 demoledor e incluso dispuso de dos bolas de set, acomplejando a una tenista que ha escrito una historia preciosa en París. Hasta los 16 minutos, la americana, nerviosísima, no estrenó su casillero.

Anisimova, una joya de 17 años, no encontraba el camino para escapar de la paliza que le estaba propinando Barty. Sangraba con su saque e iba de lado a lado, demasiado errática además. Tiene un tenis muy agresivo, pero no le funcionaba nada ante la inteligencia de Barty, que es la jugadora con más victorias de la temporada (30, por cinco derrotas). Hasta que hizo clic .

Despertó la joven norteamericana con rabia y recuperó el terreno perdido con una remontada estupenda. Empezó a afinar con sus golpes y le dio la vuelta al encuentro por completo , la noche y el día. De verse contra las cuerdas pasó a tener saque con 6-5 a su favor, aunque lo perdió y se tuvo que resolver todo el tie break. Ahí también se repuso y se llevó el primer parcial después de 46 minutos de locura.

Igual de loco fue el segundo. Anisimova parecía haber tomado carrerilla, directa a la victoria y más cuando se puso 3-0. Cerraba el puño, gritaba a su palco, se encendía con una grada semivacía y acariciaba la victoria más importante de su carrera. Pero se invirtieron los papeles y esta vez fue Barty la que se recompuso para sumar seis juegos del tirón e igualar el partido, imprevisible el desenlace.

Tuvo a la australiana como ganadora, y costó lo suyo. Anisimova, que salvó bolas de partido hasta que ya no pudo más, se fue de la Lengolen entre lágrimas, pero se ha ganado el reconocimiento de todos. Mientras, Barty aspira a todo en Roland Garros.

Fue también muy reñido el duelo entre Konta y Vondrousova , lleno de alternativas desde los juegos iniciales. Fueron sucediéndose las roturas y también hubo una remontada impensable. Konta, que parecía tener bajo control el duelo, tuvo dos bolas de set con 5-3, pero cometió dos errores tremendos y dio vida a la checa.

Vondrousova, de 19 años , zurda y con muchas cosas interesantes, enlazó cuatro juegos consecutivos para ponerse por delante, inesperado ese bajón de una Konta que se había enchufado en los primeros compases. Nada es definitivo en el tenis femenino, queda patente en partidos como los de este viernes.

Fue calcado el desarrollo del segundo episodio, y parecía que Konta iba a forzar un tercer set. Lo estaba haciendo bien la británica, y volvió a ponerse 5-3, aunque se le fundieron las luces a la hora de rematar. Se llegó al tie break y se agigantó la figura de Vondrousova, finalista después de otro partido incomprensible .