Nadal, estreno con gracia

De aquí en adelante, sólo hay puntos por sumar en el horizonte. En Wimbledon defiende los octavos del pasado curso , meta asequible según el cuadro que le tocó en el sorteo. Ahora jugará contra el alemán Dustin Brown, tenista atípico por sus pintas, y se marca como objetivo llegar a la segunda semana. Ahí ya pasa a ser un jugador muy peligroso.

De entrada, y más en estos momentos, es un aspirante, asumido ese rol de secundario por su posición en el ranking. Décimo del mundo, Nadal vive en una montaña rusa y le sirve un triunfo tan cómodo en su primera toma de contacto con la hierba de Londres. En una pista más lenta que de costumbre, rellena el formulario con buena letra y sin sudores.

De forma lógica, Nadal tardó unos cuantos juegos en tomar las medidas. Nunca antes había jugado tanto en hierba, pero después de proclamarse campeón en Stuttgart perdió a las primeras en Queen's y volvieron las dudas, tendencia repetida este año. En Wimbledon empieza bien, pero falta más ritmo y dominar un poco más la bola y la superficie.

Tampoco Bellucci sirve para calibrar el verdadero estado del balear. El brasileño, 42 del mundo, un jugador interesante y con cuatro títulos en su palmarés (todos en tierra), se diluyó em el primer set a partir del quinto juego cuando perdió su saque. Con todo, le dio para recuperar uno de los dos breaks perdido y maquillar las cuentas. 6-4 para Nadal, un paso al frente .

Encendida la grada con el español, campeón dos veces en el santuario de la hierba, Nadal respondió con una marcha más en el segundo parcial . Rompió a la primera y otra vez en el quinto para poner tierra de por medio, lanzado gracias a la contundencia de su juego desde el fondo. Le sirvió para dominar los puntos y, pese a los escasos golpes ganadores, movió bien de lado a lado a Bellucci y también el revés le funcionó, todo en su sitio.

Con todo prácticamente resuelto, el desenlace le sirvió a Nadal para superar una situación incómoda. Bellucci soltó el brazo y se puso 2-0 con saque, un break de ventaja con todo lo que implica en la hierba, pero confirmó en primera persona que el español no está para bromas. Reaccionó como un ciclón, recuperó la desventaja y se disparó con cuatro juegos consecutivos . Una excelente manera de sellar un triunfo ilusionante.