Carla Suárez alimenta la esperanza local

El trofeo del Mutua Madrid Open ya se perfila para el cuadro femenino. La primera en ocupar su puesto en octavos de final fue una de las grandes favoritas, Serena Williams, que con su contundencia habitual no ha dejado escapar ningún set. La estadounidense se enfrentará a Victoria Azarenka, como ya lo hizo en la final de Madrid en 2012. Ambas se han enfrentado en 17 ocasiones, con catorce victorias para la número 1 de la WTA. La bielorrusa, que ostentó el lugar de privilegio que hoy ocupa Williams como la mejor raqueta del mundo, se encuentra en el número 31 del ranking después de que una lesión en el pie solo le permitiera jugar nueve torneos en 2014. Una posición irreal por su nivel de tenis.

La que también continúa impecable en su camino en la competición es la número dos, Maria Sharapova. La rusa aprieta los puños tras cada punto con el objetivo de revalidar el título que consiguió en la arcilla madrileña el pasado año. Esta tarde, Sharapova se medirá a Caroline Garcia, 28 de la WTA, después de haber derrotado ayer a la colombiana María Duque-Mariño por un arrollador 6-1 y 6-2. Así, con dos claros triunfos seguidos en la capital española, Sharapova envía avisos a sus rivales y afronta con más confianza su dominio en tierra batida. La rusa ansía el trofeo no solo para seguir reinando en la Caja Mágica, sino también para recuperar el número 2 de la lista, que ahora mismo defiende la ya eliminada Simona Halep.

Otro de los grandes encuentros de la jornada es el Petra Kvitova, que se mide a Anastasia Pavlyuchenkova, número 41 del mundo. La checa, ganadora de Wimbledon en 2011 y 2014, dueña de un juego agresivo y luchadora en cada golpe, se adjudicó el pase a la siguiente ronda tras vencer por 6-4, 2-6 y 6-3 a la estadounidense Coco Vendeweghe. Kvitova, que ya consiguió quedarse con el trofeo en 2011, llegó a Madrid con una temprana derrota en Stuttgart frente a Madison Brengle. Ahora confía en que cambie su suerte en la arcilla de la Caja Mágica, donde comienza a coger rodaje y ritmo necesarios para estar a la altura de las mejores del mundo. Todas quieren su lugar en la historia del Mutua Madrid Open.