Nadal y Ferrer, el derbi de la tierra

Protagonizan en la Suzanne Lenglen su duelo número dieciocho en arcilla. Más sufrido ha sido el camino del alicantino, que se dejó un set ante Kevin Anderson en octavos; más liviano el del número 1 del mundo, con solo 23 juegos en contra. «He ganado 6-1, 6-2 y 6-1 - a Dusan Lajovic -, ¿qué vamos a hablar de mi espalda ?», afirmaba el balear, cuestionado desde el primer día que destapó las molestias que sufría y que recordaron a las del Abierto de Australia. «Ha ganado 6-1, 6-2 y 6-1, muy mal de la espalda no parece estar», confirmaba entre bromas el número 5.

Ambos saben las claves que les harán ser vencedores, tantas pistas se han dado a lo largo de estos años en los 27 encuentros en los que se han enfrentado. «Si salimos los dos al cien por cien, él es el favorito, así que tengo que presionarlo desde el principio para crearle dudas», confiesa Ferrer. Nadal, que ayer cumplió 28 años soplando las velas en Roland Garros como hace desde 2005 —salvo en 2009, edición que registra su única derrota en París—, acepta el desafío:«Ahora llegan los partidos más difíciles y contra Ferrer tengo que subir una marcha en mi juego». Uno más grande si quiere salir del torneo como número 1 del mundo. La victoria de Novak Djokovic ayer ante Milos Raonic (7-5, 7-6 (3) y 6-4) le obliga a revalidar el título si no quiere perder su privilegiada posición. También se clasificó para semifinales Ernests Gulbis , que doblegó a Tomas Berdych por 6-3, 6-2 y 6-4.