París se queda sin Roger Federer

«Sé lo mucho que os gusta Roger Federer, lo siento. A todos los que me habéis apoyado, muchas gracias», ironizó Gulbis tras el encuentro. Su victoria sentó mal a la grada que le recriminó con abucheos su osadía de apear al suizo en una ronda tan temprana. En 2004 cayó en tercera ronda, por lo que era una década en la que Roland Garros ha podido disfrutar de su tenis. No lo hizo el domingo de los octavos. Las desconexiones del suizo se hicieron constantes y tuvo que forzar la máquina ya desde el primer set en la muerte súbita. La segunda, que llegó por un apagón de Federer cuando comandaba el marcador por 5-3 y 40-15, fue para el letón, sobrado de talento , porque sus golpes ganadores presionaron desde el resto, a un pobrísimo saque de Federer, que apenas se quedó en un 20% de puntos ganados con su segundo.

Desconectado totalmente el suizo, Gulbis siguió pegando con su ortodoxo drive, y logrando que los rumores se extendieran por todo Roland Garros. Los gritos de júbilo con los puntos ganados de Federer no pudieron animarlo a pesar de que intentó la machada y consiguió recuperarse en la cuarta manga. Fue un espejismo porque el letón quiso hacerse protagonista, como ya lo hiciera con sus polémicas declaraciones sobre el tenis y la mujer , en París. «Espero tener más apoyos cuando juegue contra Berdych», continuó Gulbis, el niño rico del tenis , para terminar de desanimar a un público que se despidió de Federer demasiado pronto para lo que acostumbra. Desde que ganara el torneo en 2009, el suizo cayó en cuartos en 2010 y en 2013 y llegó a la final en 2011 y en semifinales en 2013.

La derrota le impidió convertirse en el primer tenista que lograba jugar de forma seguida los cuartos de final en diez ediciones diferentes de tres de los grandes, Roland Garros, el Abierto de Australia y Wimbledon. Es la segunda vez que Federer, ganador en París en 2009, cae en octavos de final en los últimos 42 Grand Slam.

Al contrario que Federer, Novak Djokovic firmó un pase plácido a cuartos de final al ganar en tres sets a Jo-Wilfred Tsonga (6-1, 6-4 y 6-1). El número dos del mundo no necesitó ni hora y media para avanzar a la siguiente ronda, donde su rival será el canadiense Milos Raonic, verdugo de Marcel Granollers en octavos.