Wawrinka espera rival en la final

Fue mejor el suizo, que a la fiabilidad de su servicio sumó un revés de seda que le está funcionando como nunca. Un recurso que le permite ir sacando de la pista a su rival poco a poco, con una paciencia casi desconocida en él hasta el momento.

Un despiste, casi el único con el servicio, le costó el primer set al checo, al que el error le pesó como una losa el resto del partido. De nada le sirvió haber ganado el segundo en el tie break, porque siempre fue a remolque. Más forzado y menos convencido del triunfo que su rival, a pesar de que él sí que se había visto en estas lides con anterioridad.

Al final, ganó el que más lo mereció. El más centrado. El más sólido. Un Wawrinka más maduro cuya versión en Australia amenaza ahora el orden establecido. Nadal o Federer se medirán a él en la final . Cualquiera de los dos tendrá su morbo. Si es el español, porque tendrá la oportunidad de vencer al número uno del mundo; y si es Federer, porque podrá superar al hombre que siempre le ha hecho sombra en su país. Un duelo apasionante para el que aún habrá que esperar hasta el domingo.