Wimbledon: Federer, estreno a lo campeón

Federer no cedió un solo servicio, antes al contrario, Hanescu tardó un set y medio en conseguir tres puntos al resto. Pero ni con un deuce pudo amenazar al número tres del mundo, que solventó la papeleta con dos grandes servicios. El suizo, como en casa, se gustó desde la primera bola, aplaudido por un público que le rinde pleitesía y que le dedica los más floridos halagos. Es el rey de la hierba, aquí se coronó siete veces, la última en 2012, y sabe que es aquí donde mejor puede rendir después de una temporada bastante anodina en la que solo sonrió una vez, la pasada semana en Halle.

Desde el primer juego se le vio liviano y sin preocupaciones, sin los fantasmas que lo aterrorizaron en la final de Roma ante Rafa Nadal (6-1 y 6-3). Y con solo seis errores no forzados, el suizo disfrutó de su primer encuentro, fácil la victoria porque no había rival al otro lado de la pista, y porque la confianza con la que jugó Federer le hacía brillar en cada golpe. Especialmente acertado con su deercha, con la que conseguía ángulos imposibles y abrir la pista para que el rumano, de casi dos metros, se viera más pequeño que nunca.

«No se puede jugar mejor que hoy», reconoció Federer tras el partido que, sin embargo, afirmó que lleva jugando muy bien todo el año, pero no ha conseguido los resultados esperados. Espera resarcirse aquí, en su casa, y ya tiene el primer punto ganado hacia la alta montaña que se le presenta. Pero es Federer, marca registrada de Wimbledon.