Reunión de estrellas en Eugene

Resulta complicado extraer los que son los grandes diamantes del Mundial, pero el que no falta en ninguna de las listas es el nombre de Armand Duplantis, al que le falta un título mundial al aire libre para rubricar su extraordinario palmarés. El sueco llega a Eugene después de batir el récord del mundo en Belgrado el pasado mes de marzo (6,20) y de mejorar también, hace apenas dos semanas, la mejor marca de todos los tiempos al aire libre (6,16). Su concurso será uno de los momentos estelares del campeonato. Más allá del más que posible oro, será ese aroma tan especial de un nuevo récord flotando en el ambiente lo que dé lustre a su participación.

Ocurrirá lo mismo con Yulimar Rojas, otro de los rostros capaces de sobresalir por encima de la brillante constelación de estrellas que giran alrededor del Mundial. También llega la venezolana con ese peso a sus espaldas, casi con la obligación de tener un récord mundial que mejorar. Cada vez tiene más cerca los 16 metros, una distancia a la que se ha ido acercando pasito a pasito, centímetro a centímetro, durante los dos últimos años.

La prueba reina de la velocidad, los 100 metros, se presenta con incógnitas. Las dos finales, masculina y femenina, darán lustre a este primer fin de semana de competición. El estadounidense Fred Kerley (9.76), plata olímpica en Tokio y antiguo cuatrocentista, llega a Oregón con la mejor marca mundial del año y parece partir con ventaja sobre sus compatriotas, Trayvon Bromell, Marvin Bracy y Christian Coleman, vigente campeón mundial. La duda es el rendimiento que podrá ofrecer el campeón en Tokio, el italiano Marcell Jacobs, que tras una brillante temporada invernal se ha estancado al aire libre por culpa de las lesiones. Llega con una marca muy pobre, 10.04, y lejos de la forma que alcanzó el año pasado.

En chicas, se espera un nuevo triplete jamaicano, de nuevo con Shelly Ann Fraser-Pryce como favorita por delante de Elaine Thompson-Herah, que la derrotó en la final olímpica. Ambas acabaron el año pasado a una décima del histórico 10.49 de Florence Griffith, y en este 2022 aún deben ofrecer su mejor versión.

Más allá del hectómetro, no habrá en Eugene una carrera sin espectáculo. Erriyon Knighton, que con 18 años y 19.49 en el 200 amenaza los registros del propio Usain Bolt, la nueva apuesta por el doblete del noruego Jakob Ingebrigtsen (1.500 y 5.000) o el asalto de Devon Allen y Grant Holloway al récord mundial de los 110 vallas serán también platos principales. Y entre las chicas, los focos girarán para seguir a Athing Mu, la sensación juvenil del 800, en su particular duelo con la británica Kelly Hodgkinson. También para comprobar si la keniata Faith Kipyegon, doble campeona olímpica, recupera su cetro mundial en el 1.500, donde se verá cara a cara con dos portentos como la etiope Gudaf Tsegay y la neerlandesa Sifan Hassan, quienes también doblarán en el 5.000. En esta última prueba aparecerá, sin opciones reales de victoria, la sudafricana Caster Semenya, relegada a las pruebas de larga distancia al no cumplir los requisitos de la Federación Internacional para competir en su gran prueba, el 800.

La última gran estrella a seguir es Sydney McLaughlin, dominadora de los 400 vallas, vigente campeona olímpica y favorita a su primer título mundial tras mejorar su plusmarca mundial el pasado mes de junio para dejarla en 51.41 segundos.

Eugene despedirá también la carrera de Allyson Félix, y solo por eso ya debería merecer la pena. La estadounidense, camino ya de los 37 años, es la atleta más laureada de los campeonatos del mundo con un total de 18 medallas (13 de oro, 3 de plata y dos de bronce), una eminencia que este mismo viernes buscará la última de ellas compitiendo en el relevo 4x400 mixto. Otra medalla, 17 años después, sería un epílogo perfecto.