El relevo 4x100 femenino, quintas del mundo con otro récord de España

El oro fue para Estados Unidos (41.14), que sorprendieron a una Jamaica (41.18) que contaba en sus filas con Elaine Thompson, Shelly-Ann Frasier y Shericka Jakcson. Alemania se llevó el bronce (42.03).

España se vio lastrada por un mal cambio en la primera posta entre Molina y Bestué que rezagó al equipo español a la última plaza. Sin embargo, los otros dos relevos fueron impecables. Con Paula Sevilla ascendieron al sexto lugar, superando a Italia y a una Gran Bretaña que se vio relegada por la lesión de Dina Asher Smith, bronce mundial en los 200 metros y tercera relevista de su equipo. El relevo final, con la campeona de España Maribel Pérez, elevó a España hasta la quinta plaza final, superando también a Suiza.

Sorpresa también en el relevo 4x100 masculino, en este caso negativa para los intereses de Estados Unidos, que quedaron sin uno de los oros más claros que tenían. Un error en la entrega de la última posta entre Elijah Hall y Marvin Bracy les condenó a la plata (37.55). El oro fue para Canadá (37.48) gracias a dos relevos brutales de Jerome Blake y Andre De Grasse. Gran Bretaña firmó el bronce por delante de Jamaica.

Pedro Pablo Pichardo ha rozado los 18 metros para imponerse en la final de triple salto del Mundial de Oregón y sumar el título mundial al oro olímpico que logró el año pasado. El saltador portugués, de origen cubano, se ha ido hasta los 19,95 metros, salto conseguido en su primer intento, para dominar una prueba en que ela plata fue para el burkinés Hughes Fabrice Zango (17,55) y el bronce para el chino Yaming Zhu (17,31).

Los 17,95 de Pichardo suponen la mejor marca mundial del año, superando los 17,87 que tenía el español Jordan Díaz, que no ha podido acudir a Eugene al no tener el permiso de World Athletics debido a su reciente nacionalización.

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La penúltima jornada del Mundial dejó también dos interesantísimas finales en la pista. En el 800 masculino venció a lo grande el keniata Emmanuel Korir (1:43.71). En una carrera plagada de nervios, el también campeón olímpico supo esperar a su momento y se hizo invencible en la recta final. El argelino Djamel Sedjati (1:44.14) y el canadiense Marco Arop (1:44.28) completaron el podio.

Y Etiopía se volvió a llevar el gato al agua en los 5.000. Gudaf Tsegay es la nueva campeona mundial después de una carrera muy táctica dirigida por la propia Tsegay y por Letesenbet Gidey, campeona de los 10.000 metros. Las dos etíopes se fueron relevando durante toda la carrera con las keniatas y la neerlandesa Sifan Hassan a la expectativa. A la última vuelta llegaron seis atletas en cabeza y todo se resolvió al esprint. Tsegay demostró ser la más fuerte, mientras que a Gidey esa última recta se le hizo demasiado rápida y acabó quinta. La plata fue para la primera de las keniatas, Beatrice Chebet, y la tercera de las etíopes, Dawit Seyaum, atrapó el bronce. Hassan, lejos de su mejor forma, se tuvo que conformar con la sexta plaza.